23.- Pabellón de Industrias Generales y los almacenes del Puerto de Sevilla.





La plaza de los Conquistadores vista desde la avenida de la Reina Victoria, actual de la Palmera, con los pabellones regionales y andaluces en el centro, y al fondo, los almacenes del Puerto de Sevilla, donde se instalaron las Galerías Comerciales Extranjeras y el Pabellón de Industrias Generales. (Foto de La Imagen Aérea de la Sevilla de Alfonso XIII)
Tanto las Galerías Comerciales Americanas o Extranjeras, como el Pabellón de Industrias Generales o de Exportación, como fueron conocidas las citadas instalaciones durante la Exposición, se situaron en dos de los actuales almacenes de mercancías del Puerto de Sevilla, por lo que su gestación y cronología son conjuntas.

Para empezar, nos referiremos a su emplazamiento en el Sector Sur de la Exposición Iberoamericana, y al largo y complejo proceso de esta zona dentro del recinto de la Muestra, que se había constituido mediante la cesión de terrenos por la Junta de Obras del Puerto de Sevilla, unidos a los alquilados a los hermanos Camino y otros propietarios, y que se iniciaría en 1925 con las primeras obras de urbanización parcial de este espacio, donde se concentrarían la mayor parte de las representaciones comerciales e industriales del Certamen, y que se trata más ampliamente en el apartado propio que se ha realizado al respecto, al que remitimos para conocerlo con mayor detalle y evitar reiteraciones.

Respecto a la construcción de estas instalaciones, en la Memoria del proyecto ganador del Concurso de Arquitectos de 1911, Aníbal González ya había previsto la posibilidad de construir un edificio, para acoger las representaciones de aquellos países que no pudieran construir sus pabellones, el cual, si bien no se indicaba en el plano, si decía debía inspirarse en el Monasterio de Santa María de La Rábida, no solo por el estilo mudéjar, de especial importancia, sino por el recuerdo histórico estrechamente ligado con los pueblos americanos.[1a]

Abandonada esta primera iniciativa durante años, fue retoma en 1923, con la previsión de celebrar la Muestra en 1925, y ante la posibilidad de que algunos países americanos no pudieran levantar sus edificios representativos, fue aprobada por el Comité la construcción de unas galerías,[1b] donde pudieran estar presentes aquellos países que por dificultades económica ó políticas no le fuera posible, ofreciéndoles la posibilidad de concurrir de dos formar, bien con la construcción de un pabellón sin abonar canon alguno, o por el contrario, instalar un stand en las galerías construidas al efecto por la organizadora, abonando una cantidad por el espacio ocupado, aunque esto en la práctica no se llegó a realizar, pues los espacios fueron cedidos de forma gratuita.



Para su ubicación se pensó en un primer momento en la avenida de la Reina Victoria, actual de la Palmera, para más adelante, en el Plano General de Emplazamiento de 1924 diseñado por Aníbal González, pasó a situarlas primero en una banda de terreno público en un lateral de la Plaza de España, junto a otros pabellones, como el de Portugal y su colonia que si se llevó a efecto, para más tarde instalarlas en los Jardines de San Telmo, que habían quedado libres al trasladarse el proyectado Colegio Mayor Hispanoamericano a la Plaza de España. Así estas Galerías se situaban en la entrada del paseo central, junto a las construcciones de los países iberoamericanos, que en el primitivo proyecto de Aníbal González de 1912, quedaban fijados en estos Jardines de San Telmo.[2]

No obstante, al año siguiente, en el plano aprobado por la Comisión Permanente Municipal el 15 de julio de 1925, es cuando se proyecta la construcción de unas instalaciones provisionales llamadas Galerías Americanas, a la vez que el Museo de Arte Moderno, el Pabellón de Turismo y las Galerías Comerciales Nacionales, ubicarlas en la avenida de la Raza, y en los terrenos recién incorporados del Sector Sur, excepto el Museo de Arte Moderno que no se llegaría a construir.

Para el diseño de dichas Galerías Americanas, se eligió al arquitecto Antonio Illanes del Río, cuyo grandioso proyecto, según Villar Movellán, [3] se alejaba del regionalismo imperante en el Certamen, y recurría al monumentalismo de sus primeros tiempos junto a Antonio Palacios. Las galerías estaban compuestas por un conjunto de edificaciones no permanentes, que se accedían a ellas a través de una gran plaza semicircular, separadas estas construcciones por una amplia avenida transversal, a ambos lados se levantan dos pabellones de planta rectangular terminados en sus extremos de forma transversal, por dos cuerpos también rectangulares. Un pórtico cubierto semicircular, salía de los cuerpos centrales de ambos pabellones que se unían en el contrapunto de la plaza de acceso. Fuentes y columnas conmemorativas completaban este conjunto de grandes proporciones. 
Proyecto de las Galerías Americanas diseñado por el arquitecto Antonio Illanes, que no se construyó
Con la toma de posesión del nuevo Comisario Regio Cruz Conde, se procede a la revisión de todos los acuerdos alcanzados, y en una clara revisión de la realidad en relación a los costes, se considera que a pesar de la provisionalidad de estos edificios su coste era muy elevado, 400 pts/m2, por lo que en agosto de 1926, y ante la incertidumbre se saber con exactitud el número de países que concurrirían en estas instalaciones, la Comisión Permanente del Comité paralizó su construcción, desechando más tarde, a principios de 1927,[4] su edificación al haber sido solicitada solo oficialmente la instalación de la representación de Panamá, estando prevista la edificación de pabellones permanentes o provisionales por la mayor parte de repúblicas americanas.

Archivado el proyecto de las Galerías Comerciales Americanas de Illanes, se decide que estas instalaciones junto al Pabellón Nacional de Productos para Exportación, más adelante denominado también como Pabellón de Industrias Generales o de Exportación, se sitúen en los almacenes que en la avenida de la Raza la Junta de Obras del Puerto tenían previsto construir, produciéndose un sustancioso ahorro en el presupuesto, que fue transferido a otros proyecto como el de las Galerías Comerciales Nacionales.
Plano de los terrenos cedido temporalmente por la Junta de Obras del Puerto de Sevilla, al Comité de la Exposición, donde se indican la situación de los almacenes de depósitos previstos construir, señalando los correspondientes a los números 4 y 5. (Archivo Municipal de Sevilla)
Desde el mes de septiembre de 1925,[5] el Comité de la Exposición, venía teniendo contactos con la Dirección del Puerto de Sevilla, con la intención de subvencionar con el 50 % del coste de la construcción de unos almacenes de depósito, que la citada Junta del Puerto tenía previsto construir en los terrenos cedidos, comprometiendo al Estado a sufragar el otro 50 %, a cambio de su utilización para acoger el Palacio del Automóvil, mientras durara la Muestra. Por Real Decreto de 6 de febrero de 1926, se concede la asignación económica necesaria por parte del gobierno, para la realización del referidos almacenes, habiendo calculado por parte de la Comisión Permanente que el importe total de la obras, que incluían además de los dos almacenes, un camino de servicio desde la Glorieta de María Luisa, hasta el puente de Alfonso XIII, más un embarcadero para pasajeros en dicha Glorita, sería 1.410.000 pts., aportando tanto el Estado como el Comité 705.000 pts. cada uno.

Así en la sesión celebrada por el pleno del Comité de la E.I.A. el 1 de julio de 1927,[6] el Comisario Regio Cruz Conde, explicó en líneas generales algunas de las actuaciones llevadas a cabo por la Comisión Permanente, desde la sesión anterior, entre las que se encontraban el acuerdo alcanzado con la Junta de Obras del Puerto de Sevilla, sobre los almacenes comerciales de depósitos nº 4 y 5, que dicha Junta tenían aprobado en su plan general de obras para el Servicio del Puerto, que se levantarían en el Sector Sur en fechas posteriores a la celebración de la Exposición. 

Según las manifestaciones realizadas por Cruz Conde, tras unas gestiones llevadas a efecto con el Ministro de Fomento, el sevillano Conde de Guadalhorce, se había conseguido que la construcción de estos almacenes cubiertos se llevaran a cabo a la mayor brevedad posible, siendo utilizados estos durante la celebración del Certamen. [7]

Con la construcción de los almacenes en marcha, hacen cambiar totalmente el planteamiento de las edificaciones prevista con anterioridad en este sector, como así lo expuso Vicente Traver en un informe confeccionado a este respecto,[8] trazando un nuevo plan general para el Sector Sur, cuya composición se basó fundamentalmente en estos dos almacenes que ocupaban el punto más alto del Sector, donde se expondrían productos para la exportación y comerciales, con una superficie de 14.000 m2, que se unirían con un cuerpo central provisional, como edificio de enlace entre ambos, de 1.200 m2, previsto en un principio para alojar puestos de ventas de refrescos e información, con una gran hall, y donde al final se instalaría un restaurante. Estas construcciones servirían de fondo a la gran plaza donde se instalarían los pabellones regionales y provinciales y al fondo el Pabellón de Turismo, en lo que se llegó a denominar como Plaza de los Conquistadores.
Vista aérea desde otro ángulo de la gran Plaza de los Conquistadores, de derecha a izquierda, los dos espacio de los almacenes del Puerto con el Pabellón de Industrias Generales, la cúpula del cuerpo central donde se instaló el restaurante Pasaje de Oriente, y las Galerías Comerciales Extranjeras. A continuación la avenida de la Raza, le siguen los dos pabellones de las Galerías Comerciales Nacionales, y los pabellones de las regiones españolas y provincias andaluzas. Arriba al fondo, el Pabellón de Maquinaria. (Foto de La Imagen Aérea de la Sevilla de Alfonso XIII)
De esa manera los almacenes que la autoridad portuaria pensaba construir, para dar servicio al Puerto de Sevilla, y que aún hoy se conservan, albergarían el Pabellón de Industrias Generales o de Exportación, y el contiguo las Galerías Comerciales Americanas. El proyecto de estas instalaciones corrió a cargo de los arquitectos de la Exposición Vicente Traver y José Granados, con la intervención José Delgado Brackembury,[9] entonces Jefe de la Dirección de Obras de la Ría del Guadalquivir y Puerto de Sevilla. 

Se trata de dos módulos idénticos de varias naves adosadas con unas dimensiones de 55 m. de fondo por 140 m. de fachada y una superficie construida de 7.700 m2 cada uno. Se componen de muros de carga en fachadas de ladrillo visto, con bandas y dibujos de azulejos, y potente cornisa; los pórticos realizados en hormigón armado formando una galería perimetral de cubierta plana. Este esquema envuelve un sistema porticado que sustenta una sucesión de cerchas de acero, que formaban la cubierta inclinada a dos aguas con lucernarios longitudinales situados en las hojas de la techumbre, en los frentes se abren vanos verticales acristalados.

Los vanos abiertos en los muros son rectos y de ojo de buey, y en los extremos de los edificio se instalan frontales donde es más profusa su decoración, con pináculos de ladrillo tallado y escudos en piedra artificial que coronan los tímpanos de las puertas, que aparecen decorados con paños cerámicos que recurre a composiciones vegetales de inspiración renacentista, realizados por la fábrica de cerámica de José Laffite,



Frontal de uno de los extremos de los edificios, y ornamentación de cerámica y ladrillo utilizada para la decoración de estos espacios. (Archivo del autor)
A pesar de no existir unanimidad a la hora de establecer la autoría de estos paños cerámicos,[9a] las iniciales M.C. de la firma, unida a la tipografía de las letras con el nombre de la fábrica de cerámicas, así como la composición, el color e incluso técnica pictórica, hacen que necesariamente nos fijemos para compararlas, en los paneles cerámicos existentes en la fachada del Casino de la Exposición, con la misma temática, y pintados durante los mismos años, por el ceramista Manuel Cañas Martínez,[9b] que creemos con total seguridad fue la misma mano que ejecutó estos extraordinarios paneles con jarrones de los almacenes del puerto, que han servido y sirven aún, como motivo colorista para adornar muchas de las pañoletas de las casetas de la Feria de Abril de Sevilla.
Imagen con la firma del panel cerámico. (www.retabloceramico.net)
En definitiva esta novedosa estructura para la época de hormigón armado, se envolvió de fábrica de ladrillo visto, con bandas y cerámicas, dando como resultado una bella composición volumétrica y compleja fachada con un lenguaje urbano netamente regionalista.[10]

Estas construcciones originales fueron ampliadas en 1938, por José Buiza y Fernández-Palacios mediante la construcción de cinco grupos de naves separadas entre sí por calles transversales, constando cada grupo de cinco a siete naves adosadas rodeada por una crujía perimetral,[11] continuando con el mismo esquema original.

La parte trasera de estas instalaciones tienen acceso directo a la avenida de Guadalorce, que las pone en contacto con el Muelle de Tablada.
Alzados frontales y laterales. (Dibujos de Ana Mayoral y Estrella Trillo, del Dictamen de Lesiones. Naves en la avenida de la Raza. Carlos Borges, Diana Cardoso, Eduardo Ríos)
Una vez tratado la génesis y el proceso constructivo de estos edificios, pasaremos a pormenorizar cada una de estas instalaciones, es decir las Galerías Comerciales Extranjeras, en cuyo interior se instaló el II Salón Nacional de Aeronáutica y una Sala de Espectáculos, y el Pabellón de Industrias Generales, y entre ambos un cuerpo central, que albergaría al restaurante Pasaje de Oriente.


PABELLÓN DE INDUSTRIAS GENERALES 

Los continuos cambios y modificaciones que se introdujeron sobre el proyecto original, tanto de esta instalación como de las Galerías Comerciales de la Sección Extranjera, sin que quedaran constancia de forma documental, hace que en muchos casos tengamos ciertas dudas sobre algunos aspectos de ellas a la hora de estudiarlas. 

En el plano del Reglamento General de la Exposición, las Galerías Comerciales Extranjeras se situaban el edificio de la derecha, que tiene su fachada a la avenida de la Raza, mientras que el Pabellón de Productos Nacionales para la Exportación, o de Exportación, en el de la izquierda. Esas ubicaciones, sin embargo quedaron alteradas a la hora de realizar la instalación, situándose de forma inversa a la que aparece en dicho plano, sin que hayamos encontrado acuerdo o documento alguno que así lo indicara. Lo mismo ocurre con la denominación de estas instalaciones, si bien, las Galerías Comerciales Sección Extranjeras, se les denominó de forma general como Galerías Comerciales Extranjeras o Americanas, el llamado en el citado Reglamento General, como Pabellón de Productos Nacionales para la Exportación, también es denominado en gran número de documentos y planos como Pabellón de Exportación. En el mes de diciembre de 1928, se aprueba el cambio de denominación de este pabellón por el de Pabellón de Industrias Generales.[11b]

Plano esquemático que se incluía en el Reglamento General, donde se habían trazados las tarimas y mamparas de división del interior y la primitiva ubicación y designación del Pabellón de Industrias Generales y las Galerías Comerciales Extranjeras. (Archivo Municipal de Sevilla)
El Pabellón de Industrias Generales o de Industrias, constaba con un espacio diáfano de uno 7.700 m2, con una superficie destinada a exposición de 5.300 m2, después de descontar el área destinada a paso o calles de las instalaciones, donde se establecerían las industrias y entidades mercantiles domiciliadas en España, interesadas en el comercio de la exportación de sus productos,[12] reservándose el derecho la Comisión Permanente de ampliar el mismo, caso de que el espacio fuera insuficiente y conceder preferencia a las instalaciones de entidades que tuvieran un mayor volumen de negocio en el exterior.

Se proyectó la distribución del interior del pabellón dividida en dos zonas, una central donde se instalarían los stands de los diferentes expositores, compartimentados en doce secciones dependiendo de la actividad empresarial, dispuestas de forma paralela a la fachada. Así en la primera se integrarían las industrias dedicadas a la fruta, tanto fresca como seca y sus preparados; en la sección segunda estarían los productos químicos y farmaceúticos, jabones y perfumes, en la tercera vinos y licores, en la cuarta cereales, legumbres y hortalizas, en la quinta pescados en conserva y salazón, y así hasta doce secciones, que incluían a empresas dedicadas al corcho, cerámica y loza, industria textil, aceite de oliva, muebles y decoración y productos de minería y metalúrgia.[13] En estos departamentos independientes en forma de U de cada sección, tenían una superficie de 270 m2, (18 x 15 m) estando dotados de veintiocho stands para expositores con una superficie de 4 m2, (2 x 2 m) cada uno, elevados sobre tarimas, separándose las secciones mediante mamparas de unos 2 m. de altura.

En el fondo de cada sección se dispuso una sala común con gráficos y estadísticas y un local dedicado a oficina comercial donde expositores y clientes podían ofrecer y recibir información de sus productos y realizar transacciones comerciales. Además de estos servicios en el interior del pabellón también se instalaron locales apropiados para almacenaje y servicios generales

Las otras zonas, situadas a ambos extremos del pabellón, correspondían a lo que en el plano aparece como “Sala General” con una superficie de 675 m2 (45 X 15 m) cada una, dispuesta en este caso de forma perpendicular a la fachada, y que no se compartimentaba en stand como la parte central, sino que dada expositor solicitaba la superficie de terreno que necesitaba para su exposición. 

Perimetralmente el edificio estaba rodeaba por un pasillo de 5 m. de ancho, junto a otros dos perpendiculares en las Salas Generales, que permitían la comunicación entre las distintas zonas expositivas, que ocupaban una superficie de 2.400 m2.

Los expositores por derechos de inscripción, debían abonar 50 pts., en el momento de presentar la solicitud, y por la ocupación del terreno, 150 pts/m2 por el alquiler de la superficie en las salas de exposiciones, con un mínimo de 4 m2, es decir la medida de un stand, siendo el importe mínimo el de 600 pts.[14] Estas tarifas tenían un aumento del 15% si la instalación contaba con dos lados para el acceso del público, y del 25% si eran tres.[15]

También había la posibilidad de alquilar una superficie en las paredes de la salas de gráfico, por 50pts./m2., pero como veremos más adelante, estas salas no llegaron a realizarse, así como también se introdujeron algunas reducciones en este cuadro de tarifas.

Desde la aprobación del primitivo proyecto, en abril de 1927,[16] hasta la ejecución del mismo, pasaron dos años, durante los cuales se fueron realizando una serie de modificaciones y variaciones que iremos desglosando a continuación, y que se adoptaron conforme se fueron produciendo las diferentes situaciones:

Con la vista puesta en la inauguración de la Exposición prevista para el mes de marzo de 1929, y a tan solo tres meses de producirse ésta, y suponemos la escasa demanda de solicitudes de expositores con pretensiones exportadoras, como era su principal objetivo, obligó que a finales de diciembre de 1928 se cambiara la denominación del pabellón, pasando de ser Pabellón de Productos Nacionales para la Exportación, al de Pabellón de Industrias Generales, este cambio por una denominación más genérica, permitía la ocupación de espacios a cualquier empresa nacional.

Montaje realizado sobre el primitivo plano, de cómo debieron quedar estas instalaciones, una vez introducidas todas las modificaciones sobre el proyecto inicial

Otro aspecto fue que el número de solicitudes por actividad empresarial, tampoco coincidían con los espacios con que se habían dividió las secciones, produciéndose el caso que había secciones con cierta demanda, mientras otras estaban disponibles completamente, por lo que se determinó ubicarlas sin tener en cuenta su actividad, asignando los stands que estuvieran libres por orden de solicitud, o preferencia del expositor.

Un cambio importante que se introdujo también sobre el proyecto inicial, fue la supresión de los compartimentos destinados a gráficos y oficinas comerciales con que contaba cada una de las secciones, y que cerraban por uno de sus lados estos espacios. Con esta modificación se producía una ampliación de la superficie de paso, al crearse una nueva calle en el centro del pabellón de 9 m. de ancho, paralela a la fachada, y las secciones se abrían ahora por ambos extremos, originando una nueva disposición en la circulación de los visitantes que fue aprovechada, concediendo superficies para expositores en esta nueva calle, como si de las salas generales se trataran.

En la sesión del Comité Permanente celebrada el 25 de enero de 1929,[17] se aprobó la modificación del Reglamento respecto al canon de ocupación para colectividades, presentada por el Sr. Sampedro, miembro del Comité, consistente en la reducción de hasta el 50% de dicho canon, cuando se tratasen de representaciones agrupadas de entidades, regiones o provincias, y representaran un interés general para el Certamen.

Así ese mismo día fueron también aprobadas las solicitudes presentadas por la Asociación de Cosecheros, Almacenistas y Exportadores de Sanlúcar de Barrameda, que ocuparían los 270 m2 de la Sección 4ª por completo, y que sería conocida como Pabellón de la Manzanilla de Sanlúcar, y la del Ayuntamiento de Lucena, que había solicitado 40 m2 en el 1º Salón.[18]

Aunque no constan en la aprobación de sus solicitudes, con casi toda seguridad se debieron acoger a esta exención, las representaciones del Comité Provincial de la E.I.A. de Badajos,[19] de la Cámara Oficial de Comercio e Industria de Murcia[20] y de la Diputación de Navarra,[21] que ocuparan los espacios completos de las Secciones 10ª, 5ª y 3ª respectivamente.

El 2 de abril de 1929, fue presentada por la Asociación Española de Luminotecnia,[22] solicitud para ocupar de forma gratuita la Sección 12ª por completo, en la tenían intención instalar la Exposición de la Luz, siendo aprobada por el Comité dicha petición, cuya exposición será tratada detenidamente más adelante.

Así pues, quedaron libres para ser ocupado por expositores, solo siete de las doce secciones, además de las salas generales 1 y 2, y el espacio central creado con la supresión de las oficinas comerciales y las salas de gráficos.
Plano del Pabellón de Industrias Generales, con la distribución y numeración de los stands, al que se le ha añadido como debieron distribuirse las secciones. (Plano Archivo Municipal de Sevilla)
Este pabellón albergó la exposición de un número importante de firmas comerciales de carácter tan diverso, como la cerámica, vinos, productos alimenticios, juguetes, productos químicos y farmacéuticos, etc. Aunque estaba previsto la publicación de un catálogo con las casas comerciales que se instalaron en este pabellón, éste no se llegó a realizar, por lo que para conocer las representaciones comerciales que estuvieron presente, hemos tenido que recurrir a los incompletos fondos del Archivo Municipal de Sevilla, así como a la publicidad y propaganda aparecida en prensa. Ello nos ha llevado a tener ciertas dudas sobre la situación y existencia de algunos expositores.

De las fuentes documentales antes citadas, se han podido encontrar hasta el momento unos 70 expositores de carácter individual, que unido a las representaciones que se situaron en el interior de las instalaciones de carácter colectivo de la Diputación. Ayuntamiento, Cámara de Comercio y Asociaciones, perfectamente podrían haber alcanzado a más del centenar de expositores.

En las Salas Generales, ocuparon un importante espacio la casa de Tapices Vidal S.A. de Palma Mallorca, dedicado a la confección de alfombras de nudos a mano y tapices, con 160 m2, seguidos con 135 m2, el stand compartido por los fabricantes de jabones La Toja S.A. y Aguas Mondariz, y el exportador y cosechero sevillano de aceitunas Armando de Soto. Con 45 m2 la confitería de Pedro Díaz Cabello de Sevilla, y con 40 m2 el colectivo del Ayuntamiento de Lucena, con artículos de producción local. El resto de expositores de estas Salas Generales, ocuparon espacios entre 30 y 10 m2, como los dedicados a las aguas minerales y medicinales de Sobrón y Soportilla de Bilbao, y Mariano Morales de Santander; Enrique Piñal de Castilla, recuerdos de Sevilla; Rafael Cruz Conde de Córdoba a los vinos amontillados; otras bodegas representadas fueron las Franco Españolas y la del Marqués de Murrieta. Las Escuelas Profesionales Salesianas de Sarriá en Barcelona, ocuparon 30 m2 de exposición, que debido a su carácter benéfico, solo abonaron la mitad del canon de ocupación.[23] Las conservas alimentarias y embutidos La Luz, de Justo Rodríguez Fernández de Noreña en Asturias, y la casa sevillana exportadora de aceitunas, Viuda de Diego Gómez, tuvieron instalados vitrinas y pequeños stands en medio de las salas. 

Stand de las Escuelas Salesinas, con una instalación de imágenes religiosas. (Ilustración de Sevilla y la Exposición Ibero-Americana). E instalación de la casa Viuda de Diego Gómez, de Sevilla, conde se había situado un olivo con aceitunas en su interior. (Postal de la época)
Una petición especial, fue la realizada por Ángeles Yañez Barnuevo,[24] que solicitaba ocupar de forma gratuita, la totalidad de una de las paredes laterales del pabellón, para la exposición de tapetes, alfombras y esteras de encaje de fibras vegetales que producía, a cambio de ceder un 5% de las ventas, además del 5% previsto en el Reglamento. Curiosamente fue aprobada por la Comisión Permanente esta solicitud, sin hubiera inconveniente para que la cesión fuera gratuita.

Vitrina de la casa de conservas y embutidos La Luz, y stand de Aguas Mondariz (Ilustración de 100 años del Pabellón de la Gándara)
En la 1ª Sección, estaban los stands numerados del 333 al 360, situándose las instaladas de las siguientes empresas: 

En los stands 333 y 334, Hijos de A. Vélez de Toledo, aguas medicinales embotelladas. Del 335 al 341, la Inspección Provincial de Sanidad de Sevilla, a continuación La casa de Viuda e Hijos de Máximo Muerza, dedicada a las conservas de espárragos “Muerza”, de San Adrián en Navarra, le fueron asignados los stand 342 y 351,[25] que hacían esquina. Sin embargo meses más tarde, los stands números 342, 343, 350 y 351, les fueron concedidos al fabricante de dátiles marca "El Monaguillo" del industrial alicantino Bernabé Biosca, ignorando si la casa navarra cambió de situación, o no llegó a tener representación.

Del 344 al 349, estuvieron ocupados por las conservas de verduras “Trevijano” de Logroño, de José María Ruiz-Clavijo, quizás unas de las primeras solicitudes comerciales registradas con fechada el 9 de diciembre de 1927. En el 355 y 356, se situó el famoso establecimiento de pastelería y confitería de Antonio Ochoa Vila, “La Puerta de Triana”, con sede en la calle San Pablo, que obtuvo Gran Premio de la Exposición. También de Sevilla, y a continuación de ésta, se instaló la exposición de cerámica artística de Hijos de Ramos Rejano, en los stands 357 al 360.

Stand de la trianera fábrica de cerámica de Hijos de Ramos Rejano (web Retablo Cerámico), y publicidad de la confitería La Puerta de Triana de Antonio Ochoa, con indicación de los stands que ocupó y el precio de algunas de sus especialidades.
La Sección 2ª la componía los stands desde número 305 al 332, y en ellos se ubicaron en el 308, 309 y 310 respectivamente, los madrileños establecimientos de pegamentos insecticidas y recortables de Juan P. Herrera Montenegro; de cremas y betunes de calzado y pisos de Domingo Díaz Sáenz; y de productos de perfumería y lociones “ABROTANO MACHO FIGARO” de Vicente Díaz Sáenz.

Hubo en esta Sección una destacada presencia de laboratorios y fabricantes de productos farmacéuticos, así en ella estuvieron los Laboratorio Egabro, de Delgado Roldan de Cabra (Córdoba), ocupando 12 m2, sin especificar los stands donde se situó; en el 324 se instaló el Laboratorio Xiela de Alfredo Aleix Beain, de Madrid; Laboratorios Fermart (Fernández Martínez) de Granada especializado en “Cromacrina” en el 327 y 328; en los siguientes stands, 329 y 330 el Instituto de Biología y Sueroterapia, especializado en sueros, vacunas y opoterápicos; y por último en el 332 el Laboratorio Chelvi, de Tomás Chelvi Mulet, de Linares.

En el stand 317, se encontraba los fabricantes de Papel de fumar “Zig Zag” de Hijos de Molino de Valladolid. Y en el 318 y 319 una exposición de vinos finos Puerto de Sta. María (Cádiz), de las bodegas de José de la Cuesta, que además de importe del canon de ocupación, tenía que abonar un 15% por formar ángulo. La bodega de vinos amontillados de Rafael Cruz Conde, ocupó una superficie de 20 m2 en esta sección sin otra indicación. 
Stand de los laboratorios Chelvi, en la 2ª Sección. (Publicidad en ABC)
La Sección 3ª, fue solicitada el 22 de marzo de 1929,[26] por la Diputación Foral de Navarra, para la exhibición de la industria y la producción de dicha región, ocupándola por completo. No hemos podido encontrar en las fuentes consultadas, ninguna referencia sobre las casas comerciales que estuvieron aquí representadas.

En la Sección 4ª, se instaló el llamado Pabellón de las Manzanillas de Sanlúcar, cuya organización estuvo a cargo de la Asociación de Cosecheros, Almacenistas y Exportadores de Sanlúcar de Barrameda, en una instalación de conjunto que ocupaban toda la Sección, con exposición independiente de cada una de las firmas bodegueras.

Según la prensa,[27] los comerciales bodegueros sanluqueños, habían concedido poca importancia al Certamen, por lo que solo algunos presentaron sus productos, entre ellos estaban, la bodega de Francisco García Velasco, como cosechero y exportado de manzanillas y amontillados, cuya especialidad era la manzanilla pasada “Los 48”. 

Del stand de la casa Hidalgo y su manzanilla “La Gitana”, es del único que tenemos algunos detalles, gracias a las reseñas aparecidas en los periódicos.[28] Esta instalación representaba una pequeña bodega, con suelo de cascajo muy corriente en Sanlúcar, con cinco botas de sus afamados caldos bajo un arco que enmarca el conjunto, tras éste un ventanuco cubierto con un esterón y unos carteles de corrida de toros en la pared, daban ambientación al stand, que estaba presidido por una foto de la Esperanza Macarena, contando como mobiliario una mesa y unos sillones fraileros. En la visita que los reyes realizaron a este pabellón de Sanlúcar el 27 de noviembre de 1929, los infantes firmaron en las botas instaladas en este stand.

En el stand de Hijos de J. Delgado Zuleta, se mostraban las manzanillas “La Goya” y “Lola”, y en el de la casa Florido Hermanos, se exponían sus manzanillas “Clásica” y “Sanlúcar”, además del moscatel “Pico Plata” procedente de las viñas de Chipiona, junto al “Jerez Quina”, el “Moscatel Extra” y el coñac Florido, que constituían los principales productos de sus elaboraciones.
Stand de las bodegas Hidalgo, conocido por su famosa manzanilla La Gitana. (Ilustración ABC)
En las instalaciones de Herederos de Argüeso, se encontraban las ricas manzanillas “San León” y “Las Medallas”; y en la de Florido y Cía., la manzanilla “Mari-Ana”, el amontillado extra “Fino Regla” y el vino quinado “Triunfador”

La Cámara Oficial de Comercio e Industria de Murcia, ocupó los 28 stand de la Sección 5ª, que le había sido concedida en la sesión de la Permanente del 15 de marzo de 1929, encargándose dicha Cámara de la organización de la exposición de los productos de dicha región.

No hemos podido obtener información relevante de las pesquisas realizadas en los archivos de la referida Cámara, ignorando los industriales participantes en estas instalaciones, tan solo sabemos que la fábrica de muebles curvados de Fernando Delmás y Cía., ocupó los stand 14 y 19, y que los fabricantes de pelos de pesca, y una amplia representación de exportadores de pimentón, como la Pedro García, ocuparon algunos stands, gracias a los anuncios publicados en la Guía Oficial de la Exposición.[29]
Publicidad insertada en la Guía Oficial de la Exposición
La 6ª Sección, comprendía los stands numerados desde el 193 al 220. Del 195 al 199, se instaló la empresa Iliturgi S.A., de Andujar (Jaén), dedicada a la fabricación de materiales construcción y cerámica artística. En los siguientes stands, 200 y 201, estaban dedicados a artículos de propaganda y reclamo, propiedad de Antonio Castañeira Armet, de Madrid, que previamente se le había concedido un stand en la Sección 7ª que cambió.

En el cuadro de 16 m2 formado por los stands 202, 203 y 210, 211, estuvo situada la elegante y sencilla instalación la empresa madrileña Trust Mecanográfico S.A., con la exposición de maquinas escribir ROYAL y calculadoras MONROE, por la que obteniendo Gran Premio de la Exposición. 

En el 212 y 213, la instalación de Ángel Herrero Llanos, de Daimiel en Ciudad Real, dedicada a artículos agrícolas y guía para el abono de las tierras. Y en un stand sin identificar, José María Vergara Giles, de Jerez, tenía una exposición de lápices.
Instalación de la empresa dedicada a la cerámica artística Iliturgi, de Andújar. (Ilustración Jaén Artística e Industrial)
La Sección 7ª comprendía los stands del 361 al 388, en esta sección tuvo una representación muy importante los fabricantes de juguetes, sobreros y gorras. Entre los primeros se encontraban La Importadora, de Sevilla, que ocupaban los stands 362 y 363, y los alicantinos Paya Hermanos S.A. en el 380, Hijos de Fco. Merín Pérez en el 381 y Rico S. A. en el 384. Y entre los segundos la fábrica de sombreros Sucesores de C. L. Palarea de Sevilla, ocuparon 4 stands, y los de gorras Mauro Labanda, también de Sevilla, con dos stands, y Epifanio Marco de Madrid.

Otros expositores de esta sección fueron, el zaragozano fabricante en frio de aceite puro de oliva, Modesto Andrés Pascual en el stand 364; los madrileños hermanos Luis y Zacarías Alonso Molinos, de Madrid, en los stands 365 y 366, dedicados a la confección de artículos de piel y estuchería, y José Ramírez de Galarreta fabricante de guitarras, bandurrias e instrumentos de cuerda en el stand contiguo a éstos. 

También ocuparon espacios la Sociedad Española fabricante de Cementos Portland “HISPANIA” en los stands 385 y 386, y 4 m2 la Vallisoletana de Colas, Gelatinas y Abonos S.A., fabricante de colas fuertes, grasas, harinas y fosfatos de huesos.
Publicidad del Trust Mecanográfico S.A. alentando a visitar su stand. (ABC)

Los stands 389 al 416, comprendían la Sección 8ª, y uno de los laterales completos de esta Sección, es decir nueve stands del 408 al 416, fueron ocupados por la casa fabricante de cerámica artística Viuda e Hijos de Daniel Zuloaga, de Segovia. En los stand 398 y 407, se situó la casa de balanzas automáticas SAST, de Rogelio Loma, procedente de San Sebastián, en la que también se exponían máquinas cortadoras de fiambres y molinillos para el café. Y en los seis stands comprendidos desde el 400 al 405, la casa de productos anisados “Anís del Mono” de Vicente Boch y Cía. de Badalona.

Las Secciones 9ª y 11ª, son de las que tenemos menos información sobre las industrias que las ocuparon. En la 9ª la agrupación formada por los fabricantes de mantas de Antequera (Málaga), ocuparon 24 m2 en seis stands, los números 426 al 428, y 433 al 435 formando un cuadro, en él se mostraban sus productos, como bayetas y franelas además de las mantas. Y un lateral completo de esta sección, en los stands comprendidos del 436 al 444, se instaló el representante L.R. Wood, de refrigeradores marca Frigidaire, y de grupos electrógenos Delco Light.
Publicidad insertada en la Guía Oficial de la Exposición del fabricante de refrigeradores FRIGIDAIRE y de grupos electrógenos DELCO-LUZ
En la 11ª, Sert S.A. de Barcelona, fabricante de alfombras de nudo y mecánica, mantas, tapices, colchas, tapetes y mantones, ocupó 93 m2 de suelo más 46 m2 en pared; la también catalana marca de perfumería Myrurgia, ocupó un espacio de unos 30 m2 en el centro de la Sección, y la casa de cerámica artística del ceramista Juan Ruiz de Luna de Talavera (Toledo) los stands 480 y 481.

La Sección 10ª, la ocupó el Comité Provincial de la E.I.A. de Badajoz,[30] en una instalación de conjunto que ocupaban toda la Sección, con exposición independiente de diferentes firmas comerciales e industriales de la provincia extremeña, sin que tengamos constancia de cuales fueron.

El Secretario de la Asociación Española de Luminotecnia,[31] solicitó la ocupación de toda la Sección 12ª, al objeto de instalar la llamada Exposición de la Luz, que será tratada en un estudio aparte.

En la amplia calle central de 9 m. de anchura que quedó al suprimir los espacios destinados a gráficos y oficinas comerciales, sabemos que también se instalaron stand, así entre la secciones 3ª y 9ª, Artigas y Cía. S.A. de Madrid, montó su exhibición de 16 m2 donde se mostraban vidrios de precisión y científicos para laboratorios, farmacias, perfumería, etc., y para la óptica y servicio de alumbrado de su producción. Y entre 6ª y 12ª sección, el stand de 9 m2, del balneario y Aguas de Corconte, de Santander.

Otros expositores que estuvieron en este pabellón, pero que ignoramos su ubicación fueron: 

Aranda Hermanos de Madrid, fabricantes de peinas y adornos cabeza; Gil Ferrera, J. del que desconocemos además a que actividad se dedicaba; la trianera fábrica de cerámica artística de Hijo de José Mensaque Vera; la fábrica de jabones de A. Ortiz y Palacios de Madrid y Les Petits Suisses también de Madrid, marca de zapatos de vestir, sport y fantasía. 
Publicidad de los fabricantes de zapatos Les Petits Suisses, en la Guía Oficial de la Exposición


Clausurado el Certamen, estas instalaciones fueron desalojadas a fin de ser entregadas a la Junta de Obras del Puerto, adjudicando el concurso para el aprovechamiento de las mamparas y tarimas de madera, a Francisco Martín, por importe de 3.750 pts.[32]

Actualmente estas naves, continúan funcionando como almacenes del Puerto de Sevilla. En dos naves que han sido rehabilitadas, se ha instalado el Centro de Información del Puerto de Sevilla,[33] con una exposición permanente de 1600 m2, que en distintas salas se ofrece una muestra con contenidos referidos al Puerto de Sevilla y las señales marítimas, con un recorrido por el puerto de Sevilla, tanto en el concepto histórico como físico.

NOTAS

[1a] .- Memoria del proyecto para el Concurso de la Exposición Hispano-Americana, presentado por Aníbal González, septiembre de 1911. Artículo II. Ideas Generales del Proyecto.
[1b] .- Archivo Municipal de Sevilla. SECCIÓN XVIII. Exposición Iberoamericana. Rollo 716, caja 92, fotogramas 460-761. Acuerdos de la sesión del Pleno del Comité celebrada el 31 de octubre de 1925.[2] .- Graciani Garcia, A. La Participación Internacional y Colonial en la Exposición Iberoamericana de Sevilla de 1929. (2010). Edita. Ayuntamiento y Universidad de Sevilla. Pág. 109
[3] .- Villar Movellán, A. Arquitectura del Regionalismo en Sevilla. (1900-1935). (1979) Edita. Diputación Provincial de Sevilla. Pág. 431
[4] .- A.M.S. SECCIÓN XVIII. Exposición Iberoamericana. Rollo 688, caja 76, fotograma 489. Acuerdos de la sesión del Pleno del Comité celebrada el 29 de enero de 1927.
[5] .- Ibidem. Rollo 656, Caja 33, fotogramas 329-356. Exp. 337. Junta de Obras del Puerto. Construcción de Almacenes
[6] .- Ibidem. Rollo 717, Caja 93, fotograma 270.
[7] .- Ibidem. Rollo 656, Caja 33, fotograma 330. Oficio dirigido al Sr. Ministro de Fomento, por el Comisario Regio, con fecha 14 de febrero de 1926
[8] .- Ibidem. Rollo 687, Caja 75, fotograma 68. Informe realizado por Vicente Traver, fechado el 3 de junio de 1927.
[9] .- Villar Movellán, A. Arquitectura del Regionalismo ….. Pág. 537 a 539
[9a].- Por las iniciales podrían corresponder a Manuel Corrales o Manuel Cañas. En la ficha correspondiente a la decoración cerámica de las naves comerciales de la avenida de la Raza. http://www.retabloceramico.net/6574.htm, consultada el 01 de febrero de 2018.
[9b] .- La Esfera, 08 de junio de 1929. p. 45.[10] .- Ficha CP.0088, del Pla General de Ordenación Urbana de Sevilla. PABELLONES DE EXPORTACIÓN DEL PUERTO. AVD. DE LA RAZA.
[11] .- García Gil, J y Peñalver Gómez, L. Arquitectura industrial en Sevilla. (1986) Edita. Colegio Oficial Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Sevilla. Pág. 83
[11b] .- A.M.S. SECCIÓN XVIII. Exposición Iberoamericana. Rollo 627, libro 5, fotograma 130. Acuerdos de la sesión de la Permanente celebrada el 21 de diciembre de 1928.[12] .- Reglamento General de la Exposición Iberoamericana. Art. 8º. Distribución de las instalaciones comerciales en el pabellón de productos nacionales para la exportación.
[13] .- Ibidem.
[14] .- Ibidem. Cuadro de Tarifas. Pabellón Nacional de productos para la Exportación.
[15] .- Ibidem. Nota referente a todas las tarifas anteriores.
[16] .- El 1 de abril de 1927, fue aprobado el Reglamento General de la Exposición Iberoamericana.
[17] .- A.M.S. SECCIÓN XVIII. Exposición Iberoamericana. Rollo 662, caja 39, fotograma 165. Acuerdos de la sesión del Pleno del Comité celebrada el 25 de enero de 1929.
[18] .- Ibidem. Fotograma 166. Acuerdos de la sesión del Pleno del Comité Permanente.
[19] .- Ibidem. Fotograma 141. Acuerdos de la sesión del Pleno del Comité Permanente.
[20] .- Ibidem. Fotograma 131. Acuerdos de la sesión del Pleno del Comité Permanente.
[21] .- Ibidem. Fotograma 123. Acuerdos de la sesión del Pleno del Comité Permanente.
[22] .- Ibidem. Fotograma 117. Acuerdos de la sesión del Pleno del Comité Permanente.
[23] .- Ibidem. Fotograma 161. Acuerdos de la sesión del Pleno del Comité Permanente.
[24] .- Ibidem. Fotograma 025. Acuerdos de la sesión del Pleno del Comité Permanente.
[25].- Ibidem. Fotograma 174. Acuerdos de la sesión del Pleno del Comité Permanente.
[26] .- Ibidem. Fotograma 123. Acuerdos de la sesión del Pleno del Comité Permanente.
[27] .- La representación sanluqueña en la Exposición. El Noticiero Sevillano. 25 de enero de 1929. p. 5.
[28] .- ABC (Sevilla) del 07 de noviembre de 1929, p. 20 – El Liberal, 29 de octubre de 1929, p. 5.
[29] .- Sevilla Exposición Iberoamericana 1929-1930, Guía Oficial. (1929) Edita. Rieusset S.A. Compañía General de Industrias Gráficas. Barcelona.
[30] .- A.M.S. SECCIÓN XVIII. Exposición Iberoamericana. Rollo 662, caja 39, fotograma 141. Acuerdos de la sesión del Pleno del Comité celebrada el 01 de marzo de 1929.
[31] .- Ibidem. Fotograma 117. Acuerdos de la sesión del Pleno del Comité celebrada el 02 de Abril de 1929.
[32] .- A.M.S. SECCIÓN XVIII. Exposición Iberoamericana. Rollo 736, caja 120, fotogramas 473 a 530. Libro de Contaduría.
[33] .- http://www.apsevilla.com/wps/portal/puerto_es/cultura_es?WCM_GLOBAL_CONTEXT=/APS/puertosevilla/potleisure/cultura/CultCInformacion/centroInformacionPuerto

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