25.-II Salón de Aeronáutica Nacional


Imagen del tren miniatura en primer plano y entrada al Salón de Aeronáutica en las Galerías Comerciales Extranjeras. (Ilustración Memoria gráfica de Sevilla. ABC)

Coincidiendo con la Exposición, se celebró en Sevilla el II Salón de Aeronáutica Nacional instalándose esta exhibición en el Sector Sur de la Exposición, estando organizado por el Real Aeroclub de Andalucía,[1] con sede en la sevillana Base Aérea de Tablada.

La aeronáutica nacional, venía precedida por una serie de adelantos y conquistas alcanzadas años antes del Certamen, como la actuación de la aviación militar en la Campaña de Marruecos,la hazaña del capitán Jiménez, que recorrió 1.856 km. en trece horas; o la civil, con los triunfos conseguidos con el auto-giro de la Cierva, reconocidos por la Royal Aeronautical Society, y la Sociedad General Francesa. Y el helicóptero de Luis Acedo, que había causado gran admiración en los círculos aeronáuticos norteamericanos.[2]

El Real Aero Club de Andalucía, se fundó el 11 de marzo de 1928, tras la visita realizada al Aero Club de Southampton, por Fernando Flores Solís y Francisco Galnares Sagastizábal, contaba para ello con la colaboración inestimable del Teniente Coronel Guillermo Delgado Brackembury, entonces Jefe de la Base Aérea de Tablada, y con más de 300 socios fundadores; acordándose la tarea la organizar del II Salón de Aeronáutico, en la primera asamblea,[3] debiendo coincidir éste con la Exposición Iberoamericana, y confirmada su celebración por Real Orden del 23 de junio de 1928.

El Real Aero Club de Andalucía (R.A.C.A) se propuso con esta muestra irradiar esta actividad a los países hispanoamericanos, a la vez que mostrar todo su potencial y el alto nivel alcanzado por la industria nacional de aviación.[4]

El 12 de enero de 1929, se aprueba el Reglamento organizativo de este Salón, en el que además de designar para su organización a la Comisión de Aeronáutica del R.A.C.A., dispuso que la fecha de su inauguración coincidiría con la del Certamen, estando previsto su cierre el 31 de diciembre de 1929, pudiéndose prorrogar hasta la clausura del Certamen. El canon de ocupación de terrenos por parte de los expositores, sería de 10 pts/m2, siendo la Comisión organizadora la encargada de la asignación de los stands, vigilancia y conservación del Salón, pero no así del material expuesto que como su instalación y adorno, corrían a cargo de los expositores. Por ello, éstos debían entregar antes del 15 de febrero, un esquema de su stand, con la distribución del material e inventario de los objetos a exponer.[5]

En el Salón se exhibieron distintas actividades aeronáuticas nacionales, tanto en sus facetas civiles como militares, así como representación de la prensa profesional aeronáutica, clasificándose en cuatro grupos: 

1º Industrias aeronáuticas. Este apartado era el más amplio, comprendían las actividades dedicadas al transporte aéreo, aviones, motores, modelos de dirigibles y fabricación de globos. También los elementos y equipos para estos aparatos como las hélices, los instrumentos de abordo, la telegrafía y telefonía sin hilos, radio fotografía aérea, paracaídas, ruedas neumáticas y materiales diversos. Por último en este apartado se incluían también las materias primas, productos semi-fabricados, carburantes, metales, maderas, barnices, etc.

2º Tráfico aéreo. En él había muestras de fotogrametría, campos e instalaciones y equipos de vestuario. 

3º Prensa, literaturas y ciencias. Estaba dedicado a la prensa y revistas aeronáuticas, enseñanza de pilotos, libros especializados, meteorología, medicina aérea e historia de la aviación, y por último. 

4º Clubs y Sociedades aeronáuticas. Correspondiente a los clubes y sociedades deportivas aeronáuticas existentes. [6]

Para su organización, la Dirección del Salón se ha dividido en cinco secciones: La primera se encargaba de la dirección, correspondencia, propaganda y decoración del Salón, la segunda a contabilidad y caja, la tercera sección a cuestiones técnicas, la cuarta a personal; y la quinta y última a la instalación, obras, servicios y transportes.[7]

Además, las Aeronáuticas naval y militar, una vez que hubiera señalado su emplazamiento y se hubiera aprobado su proyecto de instalación, tendrían absoluta independencia para llevarla a cabo, estando encargados durante el Certamen de la vigilancia y conservación de sus stands, quedando exentos de abonar los derechos de inscripción, consistente en el 15 por 100 del canon de ocupación, al que obligaba el Reglamento al resto de expositores.[8]

En un principio se barajó la posibilidad, de instalar el Salón en el Pabellón de Maquinarias,[9] pero al final se decidió ubicarlo, en las naves construidas en la Avenida de la Raza, para almacenes del Puerto de Sevilla, y que cobijaban las Galerías Comerciales Extranjeras, compartiendo espacio con estas últimas ocupando una amplia superficie,[10] al quedar estas bastante desocupadas por falta de demanda.
Cartel anunciador del II Salón de Aeronáutica Española.
Aunque la Comisión organizadora del R.A.C.A. solicitó 1.677,250 m2, siéndole concedido dicho espacio por el Comité de la Exposición, con un canon de ocupación de 10 pts/m2,[11] creemos que la superficie que ocuparan estas instalaciones fue mayor, ya que dicha concesión solo correspondería a lo que ocupaban los stands, sin contar las vías de paso y circulación del público, ni los stands de la Aeronáutica Militar y Naval, al ser estas exhibiciones de carácter oficial, y estar libres de abonar importe alguno por ocupación de terrenos. 

Si tenemos en cuenta que los stands militar y naval, ocuparon la nave del extremo opuesto a la Sala de Espectáculos, incluida la galería perimetral que la rodea, estimamos que estas debieron de ocupar un total de 1.375 m2 (25 x 55 m.), que unido al espacio concedido por el Comité, arroja un total de 3.052 m2 el terreno ocupado por el II Salón de Aeronáutica, dentro de las Galerías Comerciales Extranjeras.

Localización del Salón en las Galería Comerciales Extranjeras en la avenida de la Raza.
En este Salón, compartían espacios las muestras oficiales de los Ministerios del Ejército y la Marina, con las de carácter comercial, con una nutrida representación industrial de la aeronáutica nacional. Así los dos elementos oficiales del Salón, la Aeronáutica Militar[12] y la estuvieron presentes con dos interesantes estands.

La Aeronáutica Naval nace e15 de septiembre de 1917, mediante Real Decreto como Aviación Naval,[13] siendo el arma aérea de la Marina de Guerra; tras un periodo de aprendizaje por parte de pilotos y observadores de la Armada que había comenzado en 1912. En 1920 cambia la denominación por Aeronáutica, para dar cabida tanto a la aviación como a la aerostación,[14] considerada como la precursora de la actual Flotilla de Aeronaves de la Armada Española,[15] Habiendo cumpliendo precisamente ahora, el centenario de su creación. 

El estand montado por la Aeronáutica Naval, presentó un hidroavión de servicio, completando su instalación con maquetas, planos y dibujos de elementos aéreos.

En el de la Aeronáutica Militar llamó poderosamente la atención los aparatos realizados por el investigador teniente coronel Emilio Herrera Linares, que entre otros, mostraba un túnel de viento plano de circuito cerrado, que mediante el humo espeso producido por una llamarada de aceite, iba dejando sobre las alas, al ser impulsado por un ventilador, remolinos que indicaban los limites para evitar accidentes, por aquel entonces el mejor de Europa. También se exponía una novedosa balanza aerodinámica, utilizada en los laboratorios de Cuatro Vientos, inventada por el Sr. Olivié, discípulo del anterior.[16]

Además se mostraron unos interesantes trabajos realizados en la Escuela de Mecánicos y Electricistas, especialmente una colección de materializaciones de fenómenos electromagnéticos. Así como un paracaídas reglamentario, un aparato «Avros» para enseñanza en escuela y diferentes maquetas, como la del proyecto de la Escuela de Mecánicos, y el Servicio de Fotografía, instaló en las paredes gran cantidad de imágenes. Parte de este material, ya se había exhibido en la Exposición Nacional de Aeronáutica que se instaló en el Retiro de Madrid[17] en los meses de octubre y noviembre de 1926.[18]

En el apartado histórico, se exponía la barquilla de mimbre del globo donde por primera vez, el 27 de junio de 1889, la reina regente María Cristina ascendió en un aerostatos,[19] considerado este hecho como la primera página de la aviación española.

La industria aeronáutica civil, tuvo una brillante y amplia presencia, ocupando la mayor parte del Salón. Esta comprendía tanto a líneas de transporte aéreo, como a fabricantes de aviones, motores, dirigibles y globos, además de elementos para equipar a estos aparatos, como hélices, radiadores, e instrumentos de comunicación, fotografía aérea, paracaídas, etc. Otros apartados eran el del tráfico aéreo, equipos de vestuario y muestras de fotogrametría, campos e instalaciones.

Vista general de los stands de la Aeronáutica Militar y Naval. (Ilustración revista Andalucía Aeronáutica).

Dos vistas generales del Salón de Aeronáutica tomadas desde los stands de la Aeronáutica Militar y Naval. (Ilustración revista Andalucía Aeronáutica).
De esta última actividad presentó su exhibición, la Sociedad Española de Trabajos Fotogramétricos Aéreos (CETFA). Empresa que se dedicaba a la realización de fotografías aérea, mediante la técnica para determinar las propiedades geométricas de los objetos y las situaciones espaciales a partir de imágenes, fue fundada por Julio Ruiz de Alda, y trabajó especialmente para las confederaciones, diputaciones provinciales y algunos ayuntamientos y sobre todo para el Instituto Geográfico y Catastral.[20]

En su instalación se expusieron trabajos relativos al levantamiento de planos de las Confederaciones hidrográficas, con itinerario topográfico del levantamiento del plano de Madrid y un plano fotográfico de la ciudad de Zaragoza.[21]

Entra las líneas aéreas presentes en el Salón se encontraban las siguientes:

La Unión Aérea Española. Fundada a finales de 1925, que operó como aerolínea desde 1926 en el trayecto Sevilla-Madrid, desde los aeródromos de Tablada y Getafe respectivamente, y que posteriormente se extenderían a Lisboa. De capital hispano-alemán, lo constituía mayoritariamente la sociedad germana Junkers.[22]

La Compañía Española de Tráfico Aéreo (C.E.T.A.). Esta aerolínea española explotó la línea Sevilla-Larache desde de 1920, volando con avión De Havilland DH 9. Principalmente transportó correo privado y oficial entre la península y el Ejército de África. Para posteriormente ampliar sus rutas cubriendo los trayectos Sevilla-Tánger, Barcelona-Palma de Mallorca y Málaga-Melilla. Esta compañía había sido creada por Jorge Loring.[23]

El rey Alfonso XIII visitando uno de los stand en la inauguración del Salón. (Ilustración revista Andalucía Aeronáutica).
IBERIA. Creada en 1927 por Horacio Echeverrieta, con fuerte influencia alemana a través de Deutsche Lufthansa, que suministró los aviones Roland, empezando a operar al final de dicho año en el trayecto Madrid-Barcelona. Siendo ampliada su flota al año siguiente con tres aviones Rohrbach Roland trimotores, con capacidad para diez pasajeros.[24]

La Compañía Española de Aviación. Era una sociedad española dedicada a la formación de pilotos. Estaba dirigida por Antonio Marín Hervás y contaba con el apoyo económico de Compagnie Aérienne Française. En 1923 fue designada como escuela oficial de pilotos militares, instalándose en el Aeródromo de Albacete, e inició los cursos en 1924.[25]

En su stand, se expuso un cuadro estadístico resumen de la marcha de su escuela desde el año 1924 hasta el primer cuatrimestre de 1929, esta escuela es la única en España que instruía a pilotos militares, navales y civiles con exclusividad; completaban su instalación, fotografías de las distintas promociones. Otra de las actividades de la citada Compañía eran los trabajos fotogramétricos, y en este aspecto se expuso en su stand, tomas de vistas fotográficas hasta la obtención del plano gráfico, curiosos trabajos relativos al plano de la ciudad de Tánger, de Tarrasa, y algunas aplicaciones catastrales, levantamiento de planos rurales, de estaciones, etc.[26]

A pesar de concurrir de forma individual todas estas empresas, precisamente el mismos día de la inauguración oficial del II Salón de Aeronáutica por los Reyes (13 de mayo de 1929), fue creada la Concesionaria de Líneas Aéreas Subvencionadas, S.A. (CLASSA), a instancias del dictamen del Directorio Militar, para formar un monopolio con una sola compañía que agrupara todas las existentes por entonces en España. Empezando a funcionar como tal el 27 de mayo, con el primer vuelo entre Getafe y Sevilla. En 1932 el gobierno de la II República nacionalizó esta compañía, incautando todos sus bienes traspasándolo a una nueva empresa pública llamada Líneas Aérea Postales Españolas (LAPE). [27]

El Aeroclub de Sevilla, contaba con un amplio salón decorado en estilo andaluz, donde se mostraba el material y equipos con que contaban, y las empresas dedicadas a la fabricación de aviones, equipos, motores y componentes para aviones que también instalaron stands, fueron las siguientes:

-Industrias Sanqui (Suministros Sánchez Quiñones), casa dedicada al suministro de accesorios como barnices y pinturas para telas utilizados en aviación, carburantes, brújulas, cuenta revoluciones etc.[28]

Su stand presentaba una reducción de la iluminación eléctrica automática de un campo de aterrizaje, además de la amplia gama de elementos auxiliares de la aviación, y todo tipo de aparatos esenciales, la magneto, aparatos de a bordo, altímetros, derivómetros, termómetros, indicadores de ruta, etc. Por su originalidad, el decorado y presentación de sus productos llamó mucho la atención.[29]

-Moisés Sancha, sastrería con domicilio en la madrileña calle de Montera, era una de las casas proveedoras oficiales de la aeronáutica militar, con el suministro de monos, gafas, casquetes, botas y equipos de gimnasia,[30] contó también con stand en las Galerías Comerciales Nacionales.

-Hispano Suiza, conocida marca de fabricantes de motores para barcos, aviones y automóviles, que además de este stand, tuvo pabellón propio nacional, frente a la fachada de la Plaza de España, en la avenida de Portugal.

-Elizalde S.A, eran fabricantes de motores de aviación, y presentó una completa colección de motores de todas las tendencias, en el que se podía comprobar la perfección de su construcción y acabado, así como lo avanzado de su técnica.[31]

-Construcciones Aeronáuticas S.A., poseía dos factorías, una en Getafe, frente al aeródromo militar, para la fabricación de aviones, y otra en los Puntales en Cádiz, para hidroaviones. Podían fabricar bajo patente Breguet y Dornier. 

-Amalio Díaz, fue otro de los proveedores de la aviación militar, que suministraba hélices y aeroplanos, que fabricaba en su factoría de Getafe. 

-Ricardo Corominas, fabricante nacional de radiadores de automóviles y aviación, era una empresa que llevaba años fabricando este tipo de equipos, con modelos propios patentados, siendo proveedor de la Real Casa y de la aeronáutica militar, estando equipado el Jesús del Gran Poder con un radiador de esta casa. 

-Renault, la división aérea de la famosa casa francesa de vehículos, tenía una amplia experiencia de más de veinte años en este sector, habiendo fabricado más de 20.000 motores, entre militares, de transporte y de turismo, según la propaganda.

-Luis Osorio, era un fabricante de hélices con talleres en Madrid, proveedor de la aeronáutica española. [32]

-Sociedad Española de Construcciones Electro-Mecánicas, con fábrica en Córdoba, producía motores eléctricos, dinamos, transformadores, ventiladores, bombas y electrificación en general.

-Casa Loring. Propiedad del ingeniero y empresario Jorge Loríng, que también lo era de la aerolínea (C.E.T.A.), cuyos stands ocuparon un total de 540 m2.[33] En sus talleres de Carabanchel se fabricaron 110 aparatos Loring R-III para la aviación militar, biplanos neerlandeses Fokker y diferentes modelos de los autogiros de Juan de La Cierva. 

En su stand, presentó dos aparatos de su construcción, uno de ellos sin entelado en el que se podía preciar el acabado, y el último modelo de autogiro de La Cierva.[34]

-Revista Andalucía Aeronáutica, publicación periódica, órgano oficial de R.A.C.A.[35]


El rey Alfonso XIII visitando el stand de la casa Loring, con Jorge Loring ofreciendo explicaciones al monarca. (Ilustración revista Andalucía Aeronáutica).
A través de las páginas de esta revista, hemos podido conocer, como la organización del Salón, planteó la exhibición, tomando textos de sus editoriales sabemos que: “La Comisión de Aeronáutica de nuestro Club no podía pensar en ofrecer al mundo un Salón que fuese objeto de atención universal. Nuestra aspiración era modesta:” El objetivo que pretendía fundamentalmente al traer la industrias aeronáuticas eran “revelar su existencia al pueblo, que las desconoce, y más que nada, estimular a los poderes públicos para que las proteja” por ello “ El Salón de Aeronáutica , en fin más que una Exposición, es una enseñanza” “Por esto, los empleados del Salón, están instruidos de su misión y deben explicarlo todo, para que el visitante aprenda de modo tangible lo que es la aviación. De este modo, el Salón supera su significado de índice industrial para convertirse en agente pedagógico y en propaganda eficaz. Solo se ama lo que se conoce y la aviación necesita ser conocida para ser amada.”[36]

Entre muchas de las aeronaves expuestas de fabricación nacional, se mostraba un sesquiplano Breguet XIX construido por CASA, sin entelar por lo que perfectamente se podía apreciar la estructura interior tanto de las alas como del fuselaje, y que ya había sido expuesto en el stand que esta firma tuvo en la Exposición Nacional de Aeronáutica de 1926.

Breguet XIX sesquiplano fabricado por CASA, sin entelar expuesto en el stand de esta compañía. (Ilustración revista Andalucía Aeronáutica)
También en el stand de CASA,[37] y en relación a este modelo de avión se expuso como trofeo de su gran gesta, el “Jesús del Gran Poder” en la versión Gran Raid, especialmente diseñado para volar grandes radios de acción.

Este aparato fue bautizado el 30 de marzo de 1928, siendo su madrina S.A. la reina Victoria Eugenia, y había sido decorado su fuselaje con motivos alegóricos andaluces por los pintores Juan Laffita y Martínez de León entre otros. Un año más tarde el 24 de marzo de 1929, partió de la Base Aérea de Tablada, pilotado por los capitanes Jiménez Martín e Iglesias Brage, para realizar un vuelo entre Sevilla y Rio de Janeiro. Dos días más tarde llegan a 50 Km de Bahía (Brasil) por agotamiento de combustible.

A pesar de no conseguir llegar a su objetivo, ni superar el record de distancia, si consiguió la marca absoluta de duración de un vuelo y la de vuelo sobre el mar, no siendo un hidroavión. 

Iniciando de este modo los capitanes, una gira por América pasando por Río de Janeiro, Montevideo, Buenos Aires, Santiago de Chile, Arica, Lima, Patía (Ecuador), Colón (Panamá), Managua, Guatemala y La Habana, donde llegan el 17 de mayo, habiendo recorrido 22.000 Km, con una duración de 121 hora de vuelo, figuraba una placa en la que se citaban los países recorridos por este histórico avión y los kilómetros realizados.

El regreso de los tripulantes y del aparato desde Cuba, se realiza en el crucero Almirante Cervera, no consiguiendo lo que pretendía la dirección del Real Aero Club de Andalucía, que el “Jesús del Gran Poder” entrara volando por Sevilla, para ser expuesto en el Salón de Aeronáutica, por lo que fue necesario montarlo de nuevo una vez desembarcado el avión.[38]

El “Jesús del Gran Poder” en el Salón de Aeronáutica. (Ilustración revista Andalucía Aeronáutica)
De tan singular gesta, a parte del relato histórico nos queda como mudo testigo, el aparato que se encuentra en la actualidad expuesto en el museo de Aeronáutica y Astronáutica de Cuatro Vientos, en Madrid.

La Casa Loring expuesto en su stand otro de los aparatos que causó gran interés, como fue el autogiro, este aparato fue inventado por el ingeniero español Juan de la Cierva y Codorníu, y consistía en una aeronave de ala giratoria, es decir, volaba como los aviones pero su ala era un rotor que gira por la acción del viento relativo que lo atravesaba de abajo arriba. Por ello podemos considerarlo un híbrido entre el aeroplano y el helicóptero.

En su primer vuelo, el autogiro recorrió 200 metros en 1923 y más tarde, realizó el primer viaje entre los aeródromos de Getafe a Cuatro Vientos en 1924. Hay que destacar que de la Cierva nunca se interesó por los helicópteros, a los que consideraba demasiado complicados para volar y proclives a los accidentes.

Para su fabricación y comercialización en Estados Unidos, de la Cierva se unió a la Compañía Pitcairn y para Europa con la fábrica de Jorge Loring, de cuya producción en pruebas se expuso uno de estos aparatos en el Salón. 

La aviación deportiva española, tanto civil como militar, tuvo su mayor auge en la década de los años veinte y principio de los treinta, teniendo como punto de referencia en esta ciudad, el Real Aero Club de Andalucía El cual con el paso del tiempo tendría su reconocimiento internacional, incluyéndose nuestro espacio aéreo en las competiciones aero-deportivas de mayor importancia mundial.

La primera referencia de competición aérea en esta ciudad, tuvo lugar en 1910 cuando los ojos de los sevillanos vieron el primer aparato surcando sus azules cielos en la Semana de Aviación, durante las Fiestas de Primavera, en la llamada Copa de Sevilla, primera de las celebradas de ese tipo en España, tanto por el número de aeroplanos participantes como su carácter de competición. El primer piloto que sobrevoló la ciudad fue lan Olieslagers, a bordo de un monoplano Blériot XI, que desde el hipódromo que se había construido en la antigua dehesa de Tablada.

Conjuntamente con la Comisión de Deportes de la Exposición Iberoamericana, el R.A.C.A. organizó varias competiciones como la “Vuelta aérea de Andalucía” en sus facetas civil y militar, con mismo recorrido, durante la primera quincena de junio. [39] Para la segunda quincena de septiembre se organizó el llamado Concurso Ibérico de Aviación,[40] que comprendía la “Gran Copa de la Exposición” con el recorrido Sevilla-Barcelona, Barcelona-Sevilla de carácter civil, la “Copa de Hidroaviones” también de la Exposición con el circuito: Sevilla-Cádiz, Cádiz-Málaga, Málaga-Cartagena (Los Alcázares), Valencia-Barcelona y viceversa, para equipos militares, con premios para patrullas, según el programa realizado por la aviación militar. 

Hubo algunas aportaciones para los trofeos de estas competiciones, como la realizada por la Casa Elizalde, que regaló una copa y 15.000 para los premios.[41]

Sin embargo no llegaron a celebrarse estos concursos aeronáuticos, debiendo desistir la organizadora en realizarlo debido a que “resultaba imposible en la forma y con los medios que se otorgaban”. [42]

Cartel anunciador de competiciones aéreas, pintado por José Lafita.
El 13 de mayo de 1929,[43] éste Salón Aeronáutico, fue inaugurado por S.M. el rey Alfonso XIII, acompañado por el jefe de los Servicios Aéreos Nacionales, general Soriano, y el infante Alfonso de Orleans, a los pocos días de la apertura oficial del Certamen. Produciéndose una nueva visita a finales de octubre.[44]

Coincidiendo con la inauguración del Certamen, el 8 de mayo, el Real Aero Club organizó una serie de festejos como la bendición de las avionetas adquiridas por la citada Sociedad para el entrenamiento de sus pilotos, que tuvo lugar en la base de Tablada. Por la tarde, y en el teatro Lloréns, el teniente coronel Herrera dió una conferencia sobre el tema de la línea Sevilla-Buenos Aires mediante dirigibles.[45]



Tres imágenes de la familia real en las instalaciones de la aeronáutica militar, recibiendo explicaciones del Tcol. Herrera, en la inauguración del Salón. (Ilustración revista Andalucía Aeronáutica)

VÍDEO DE LA VISITA DE LOS REYES AL SALÓN DE AERONÁUTICA, REALIZADO CON FRAGMENTOS DE DE PELÍCULAS DE LA FILMOTECA NACIONAL.



NOTAS.-
[1].- A.M.S. Sección XVIII, Exposición Iberoamericana, Rollo 661, caja 39, fotogramas 542 y 543. Solicitudes de expositores presentadas a la sesión de la Comisión Permanente del 17 de mayo de 1929. A D. Felipe Acedo como organizador del Salón de Aeronáutica Española. 
[2] .- Diario Oficial de la Marina. 26 de enero de 1926. p. 1. 
[3] .- La comisión para organizar el Salón estuvo presidida por el Cte. Felipe Acedo Colunga e integrada por Andrés del Val, Barrón, Bustamante y Aguilera. El Noticiero Sevillano, 14 de mayo de 1928 .p.7. 
[4] .- Guerrero, J.A. La actividad aerodeportiva en Andalucía. En la revista Aeronáutica Andaluza. Núm. 10 Enero-Marzo 2009. (pp. 62-66) 
[5] .- Revistas Aérea, febrero de 1929. p. 23. Reglamento del II Salón de Aeronáutica Español. 
[6] .- Ibidem. Art. 18 
[7] .- Ibidem. Art. 19 
[8] .- Ibidem. Art. 21 
[9] .- A.M.S. Sección XVIII, Exposición Iberoamericana, , Rollo 662, caja 39 fotograma 195. Oficio de fecha 13 de diciembre de 1928, dirigido al Comisario Regio, decía podía ofrecerle 3.600 m2 de superficie cubierta y 400 descubierta. 
[10] .- No sabemos con exactitud el espacio que ocupó el Salón de Aeronáutica, pero creemos que debió ocupar dos tercios de las Galerías Extranjeras. 
[11] .- A.M.S. Sección XVIII, Exposición Iberoamericana. Rollo 661, caja 39, fotogramas 542 y 543. Solicitudes de expositores presentadas a la sesión de la Comisión Permanente del 17 de mayo de 1929. 
[12] .- Historia de la Aviación Española. (1988) Madrid. Instituto de Historia y Cultura Aérea. Decreto de 28 de febrero de 1913. p. 57. 
[13] .- Ibidem. Decreto de 13 de septiembre de 1917. p. 83. 
[14] .- Ibidem. Decreto de finales de septiembre de 1920. p. 84. 
[15] .- Líneas aéreas españolas entre 1920 y 1939. Consultado 07 de junio de 2012 
http://aviacionhistorica.wikispaces.com/La+aviacion+comercial+en+Espa%C3%B1a 
[16] .- Espinosa, J.M. Del II Salón de Aeronáutica. ABC (Madrid). 24 de septiembre de 1929. pp. 6 -7. 
[17] .- El II Salón de Aeronáutica. El Financiero. 24 de mayo de 1929. pp.945-946, y https://es.wikipedia.org/wiki/Loring_R-III (consultado el 02 de marzo de 2018) 
[18] .- Real Pingarrón, J.M. Todo un complejo industrial 1895-1973. p .22. (consultado el 27 de febrero de 2018) 
https://hablemosdegetafe.files.wordpress.com/2017/03/getafe-todo-un-complejo-industrial-1895-18973.pdf 
[19] .- El “Jesús del Gran Poder” en el Salón de Aeronáutica. ABC (Sevilla) de 26 de octubre de 1929. p. 31. 
[20] .- Líneas aéreas españolas entre 1920 y 1939. Consultado 07 de junio de 2012 
http://aviacionhistorica.wikispaces.com/La+aviacion+comercial+en+Espa%C3%B1a 
[21] .- El II Salón de Aeronáutica. Revista El Financiero. 24 de mayo de 1929. p. 946 
[22] .- Líneas aéreas españolas entre 1920 y 1939. Consultado 07 de junio de 2012 
http://aviacionhistorica.wikispaces.com/La+aviacion+comercial+en+Espa%C3%B1a 
[23] .- Ibidem. 
[24] .- Ibidem. 
[25] .- Ibidem. 
[26] .- El II Salón de Aeronáutica. Revista El Financiero. 24 de mayo de 1929. p. 945 
[27] .- Líneas aéreas españolas entre 1920 y 1939. Consultado 07 de junio de 2012 
http://aviacionhistorica.wikispaces.com/La+aviacion+comercial+en+Espa%C3%B1a 
[28] .- Industrias Saquin. Revista Motoavión. Nº 46. 10 de marzo de 1930. pp.21-23 
[29] .- El II Salón de Aeronáutica. Revista El Financiero. 24 de mayo de 1929. p. 945 
[30] .- Relación de proveedores de la Aeronáutica Militar. Revista Motoavión. Nº 71. 25 de marzo de 1931. p. 7. 
[31] .- El II Salón de Aeronáutica. Revista El Financiero. 24 de mayo de 1929. p. 945. 
[32] .- Revista Motoavión. Nº 71. 25 de marzo de 1931.(publicidad) 
[33] .- A.M.S. Sección XVIII, Exposición Iberoamericana, Rollo 736, caja 120, fotogramas 473-530. Apunte realizado el 20 de junio de 1930 del abono por ocupación de terrenos en el Pabellón Aeronáutico por Jorge Loring de 5.429,25 pts 
[34] .- El II Salón de Aeronáutica. Revista El Financiero. 24 de mayo de 1929. p. 945.
[35].- Inauguración del Salón de Aeronáutica. Revista Andalucía Aeronáutica. Nº 10-11. Mayo-Junio 1929. p.7-8. 
[36] .- El carácter de nuestro Salón de Aeronáutica, Revista Andalucía Aeronáutica. Nº 12-13. Julio-Agosto 1929. p.13-14 
[37] .- El II Salón de Aeronáutica. Revista El Financiero. 24 de mayo de 1929. p. 945. 
[38] .- El “Jesús del Gran Poder” en el Salón de Aeronáutica. ABC Sevilla. 26 de octubre de 1929. 
[39] .- El programa completo de estos concursos se publicó en: Un concurso de aviación en Sevilla. Revista Motoavión, Nº 27. 25 de mayo de 1929 p. 10-12. 
[40] .- Programa para el Concurso de Aviación. Revista Andalucía Aeronáutica. Nº 8-9. Marzo-Abril 1929. p.12-18 
[41] .- El Pueblo Gallego. 19 de diciembre de 1928. p.9. 
[42] .- Un repaso a nuestro esfuerzo y unos avances de nuestros proyectos. Revista Andalucía Aeronáutica. Nª 22 Mayo 1930. p.2. 
[43] .- En el Salón de Aeronáutica. El Noticiero Sevillano, 14 de mayo de 1929 p. 7 
[44] .- El “Jesús del Gran Poder” en el Salón de Aeronáutica. ABC Sevilla. 26 de octubre de 1929.
[45] .- El II Salón de Aeronáutica. Revista El Financiero. 24 de mayo de 1929. p. 946. 

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