65.- Pabellón Osborne y Cerveza La Cruz del Campo
Publicado por jujoca1340@gmail.com -
Juan José Cabrero Nieves
Fachada principal del Pabellón Osbone y cerveza de la Cruz del Campo. (Ilustración de la obra Aurelio Gómez Millán. Arquitecto) |
La casa Osborne y Cía. del Puerto de Santa María, empresa que entonces aglutinaba entre sus actividades la bodeguera con la producción de sus vinos finos como el Quinta o Coquinero, el amontillado El Cid o los brandis Veterano y Carabela Santa María; la fabricación de cerveza La Cruz del Campo y las de Conservas Sur, estuvo presente en el Certamen Sevillano, con este magnífico pabellón en el que se dio la feliz circunstancia de exponer esta gran variedad de productos, dentro del mismo edificio.
La historia de esta casa se inició con Thomas Osborne Mann, natural de Devon, Inglaterra, persona de gran talento dedicada a los negocios, que en 1772 se instaló en Cádiz haciéndose con un gran número de bodegas, trasladándose posteriormente al Puerto de Sta. María donde radicaría definitivamente. Se asoció con el entonces cónsul inglés en Cádiz Sir James Duff, comercializando sus productos bajo la marca Duff Gordon hasta que, bastantes años más tarde, los descendientes de éste venden su parte del negocio a la familia Osborne, con lo que desde entonces son conocidos los productos de esta compañía.
Con el paso del tiempo, la firma va tomando prestigio entre los círculos de la alta sociedad, recibiendo en 1845 encargo de varias barricas de jerez para el consumo personal de la familia real inglesa, encargos que más tarde se amplían para la casa real belga e imperial rusa, enviándose tres barricas de su producción al Palacio de Invierno de San Petersburgo. Actividad que aún hoy día se mantiene.[1]
En 1904, los hermanos Tomás y Roberto Osborne Guezala, entonces encargados de la dirección de la firma, deciden fundar una fábrica de cerveza junto al templete de la Cruz del Campo, monumento religioso existente en Sevilla; a finales de dicho año se empieza a comercializar la cerveza producida en dicha fábrica con la denominación “La Cruz del Campo”, pero no es hasta 1907, cuando aparece en la primera botella el diseño de dicho templete y hasta 1926 cuando se le añade el famoso Gambrinus, rey mitológico de los belgas al que se le atribuye el invento de la cerveza, como símbolo de esta marca y su seña de identidad hasta nuestros días.[2]
En ese mismo año de 1926, Roberto Osborne, solicita y obtiene autorización para instalar una fábrica de conservas alimenticias de carnes, pescados, frutas y hortalizas, en el Puerto de Sta. María, poniendo al frente de ella a su hijo Eduardo Osborne Vázquez, esta nueva fábrica comercializaba sus productos, fundamentalmente conservas de pescado, bajo la marca CONSERVAS SUR. Pero la falta de materia prima hace que en 1937 cese la actividad y le sea ofrecida a su primo Alejandro Romero Osborne, que la mantiene en producción hasta finales de los años 70 del pasado siglo.[3]
Es por ello, que justamente cuando iba a celebrarse la Exposición Iberoamericana, estas tres empresas pertenecían a la firma Osborne y Cía., permitieron exponer de forma conjunta todos sus productos.
En la sesión de la Comisión Permanente del 28 de julio de 1928,[4] es leída la solicitud presentada por Roberto Osborne, de Sevilla, como expositor de cerveza, conservas y vinos, para instalarse en las parcelas 91, 92 y 93 del Sector Sur. Un mes más tarde, el 31 de agosto, nuevamente es presentada una solicitud del mismo expositor en la que suponemos solicitaría una ampliación de las parcelas requeridas con anterioridad, pero que sin embargo no quedó recogida dicha ampliación en el acta, pues para su construcción fueron ocupadas las seis parcelas que formaban la manzana, correspondiendo a las numeradas con el 88, 89, 90, 91, 92 y 93.
El proyecto del Pabellón Osborne o de La Cruz del Campo, como era conocido, fue encargado por Roberto Osborne al arquitecto sevillano Aurelio Gómez Millán, siendo presentado y aprobado por la Permanente el 02 de noviembre de dicho años,[5] por el que conseguiría la Medalla de Oro de la Exposición otorgada por la Junta Superior de Recompensas. Este mismo autor también diseñó para el Certamen los Pabellones Domecq y de la Moda, no llegando a construirse este último.
Se situó este pabellón en un lugar privilegiado dentro de la zona comercial del Sector Sur, al ubicarse al lado izquierdo de la avenida de la Raza, entre el Parque de Atracciones y el Pabellón Carbonell, y justo enfrente al de Industrias Catalano-Balear. El grupo de parcelas que componían el solar donde se construyó el pabellón tenía una extensión de 1.094 m2, y su cuota de ocupación alcanzaba el importe de 16.452 pts., estando consideradas muy preferentes las numeradas del 91 al 93, al tener acceso estas a la mencionada avd. de la Raza.[6]
En la Memoria que redactó Gómez Millán para el proyecto del edificio[7], lo define como de estilo local, y lo divide en dos partes diferentes, el edificio propiamente dicho y una terraza algo elevada sobre el terreno de los andenes, que circunda dos de sus lados, siendo sus dimensiones 26 X 41 m., ocupando un espacio total con 1.066 m2.
Según dicha memoria, “Consta de una sola planta y un torreón en donde se construye una importante escalera que conduce a las terrazas. Precedida por una amplia terraza algo elevada sobre el terreno donde se encuentra la entrada principal, que tiene un amplio hall, a su derecha la escalera y a la izquierda un salón de exposición. Por su frente se pasaba a un hermoso patio de columnas de mármol y pavimento adecuado con jardincillos centrales que rodean a una fuente central, por último al fondo una nave también destinada a exposición, oficina y servicios”.
Planta general del pabellón (Archivo Municipal de Sevilla). |
En dos de las fachadas laterales también se instalaron accesos al edifico, y la sobria y sencilla decoración servía como telón de fondo para que las flores y plantas especialmente dispuestas dieran al conjunto armonía y carácter propio.
De planta rectangular, en uno de los lados menores se ubicó la fachada principal, inscribiéndose en el centro un hermoso patio, que servía de comunicación interior, destacando en el edificio la asimetría de volúmenes, lograda mediante las distintas alturas que proporcionaban el torreón y el resto de zonas del pabellón.
De construcción provisional, se realizó a base de madera y escayola, simulaban ser de piedra algunas zonas del edificio. La fachada principal, que se situaba en una calle perpendicular a la avenida de la Raza, dando frente al contiguo Pabellón de la Casa Carbonell, se componía de un torreón instalado a la derecha con cubierta a cuatro aguas de teja árabe con perfiles de cerámica, en el centro la puerta principal de acceso, con portada almohadillada sobre la que descansaba un frontón curvo con cartela central, con el escudo de armas de la familia Osborne. Al parecer el autor se inspiró en la portada del jardín de las Damas del Alcázar sevillano, de composición manierista, que le suprimió unos remates piramidales estilizando el conjunto.[8] El ángulo izquierdo de esta fachada lo constituía una potente columna de fuste entorchado, que servía de pedestal a una figura que pudiera ser Gambrinus, pero que en el proyecto definitivo no se llegó a instalar. Por el contrario dentro de la cartela del torreón, se colocó un azulejo que representaba a este personaje mitológico, símbolo de la marca.
Proyecto de la fachada Principal del Pabellón Osborne. (Archivo Municipal de Sevilla) |
Este primitivo proyecto fue modificando, consistiendo fundamentalmente dichos cambios, en la alteración de las dos fachadas laterales que debido al mayor impacto visual que tenía la que daba a la avd. de la Raza, fue enriquecida con elementos situado en la fachada opuesta y que al quedar ésta en un espacio secundario, perdió protagonismo; además se amplió la instalación con una planta superior en la crujía del fondo donde se ubicó un salón, despacho y aseos
La fachada lateral izquierda, que tenía acceso desde la avd. de la Raza, posiblemente era la más frecuentada ya que daba acceso directamente a la galería perimetral del patio, en ella se instaló en su centro una triple arcada sobre pilastras fajadas, cuyas enjutas habían sido decoradas con motivos vegetales en relieves (este elemento había sido ideado en principio para la fachada opuesta). A la izquierda se adosaba un pequeño pórtico formado por tres arcos rebajados, en cuya cubierta se había instalado una terraza con pérgola, modificando el primitivo proyecto.
Imagen de la fachada lateral izquierda, tomada desde la avd. de la Raza. (Ilustración de la obra Aurelio Gómez Millán. Arquitecto) |
La fachada lateral derecha, que había quedado en una zona residual, fue simplificada en su primitiva composición, pasando la triple arcada del primer proyecto a la fachada izquierda, instalándose en el centro de ésta una portada almohadillada con arco de medio punto, entre huecos de ventanas enrejadas.
Arriba el primer proyecto de la fachada lateral derecha y abajo el finalmente realizado con una portada almohadillada en el centro. (Archivo Municipal de Sevilla) |
El patio central, fue la pieza cuyo diseño estuvo más elaborado y donde las alusiones historicistas fueron patentes. El diseño y ambiente del mismo nos recuerda sin ninguna duda el patio del Hospital de los Venerables Sacerdotes de esta ciudad, en el que algunos detalles como la galería a mayor altura que el resto del patio, el diseño de la solería y zócalos, así como las plantas en sus ángulos nos trasladan a dicho lugar. Sin embargo las columnas de blanco mármol y los arcos peraltados que sostenían, son muy similares a los del patio de los bojes o segundo claustro realizado por Juan de Oviedo en 1612 para el Convento de la Merced,[9] actual Museo de Bellas Artes de Sevilla.
Vistas de la galería y jardincillo del patio central. (Ilustración de la obra Aurelio Gómez Millán. Arquitecto)
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Sobre su estilo, Gómez de Terreros[10] al tratar este pabellón dice: “Al exterior, aunque en un primer momento se puede percibir cierta línea castiza, al fijarnos con detenimiento en los elementos compositivos, podemos advertir un gusto historicista nada despreciable, en el sentido culto y localista del término”. Pone como ejemplo la puerta de sabor manierista de la fachada principal tomada de la portada del Jardín de las Damas del Alcázar. Y Graciani García[11]: “más que lo castizo y popular, se potenciaba la herencia arquitectónica de nuestra tierra, con alusiones historicistas”. Pudiéndose incluir a este respecto el patio rehundido tomado de los Venerables, o la arcada del patio del Museo de Bellas Artes. Así mismo “Se rodeó todo el pabellón de cornisas, tratadas como entablamentos, y pretil de azotea. La bicromía fue sabiamente utilizada en interiores y exteriores”.[12]
Durante la celebración de la Exposición, fue este pabellón muy popular, debido a que los visitantes podían degustar vino fino y cerveza acompañados de sardinas y atún con tomate en latas,[13] todos estos productos elaborados por las distintas marcas de la compañía, celebrándose gran cantidad de comidas y celebraciones con motivo de las visitas que distintos colectivos realizaban a la Exposición. El precio de la entrada al pabellón era de una peseta, y la atención a los visitantes estaba encomendada a bellas señoritas ataviadas con el traje de flamenca, a las que le ayudaban los fines de semana, jóvenes de la plantilla de la fábrica. Realizándose la animación musical mediante la reproducción de discos en una gramola.[14]
Miembros de la Asamblea del Colegio de Farmacéuticos, celebrando una fiesta en el patio del pabellón. (Ilustración revista de la época)
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Por la cantidad total ingresada por este expositor en la caja de la Exposición, relativo al diez por ciento de las ventas, 29.350 pts.,[15] es de suponer que este pabellón tuvo gran actividad, siendo seguramente uno de los más visitado de la Muestra.
No obstante parece que en un momento determinado hubo cierta resistencia a realizar estos ingresos por parte del representante de la casa Osborne, ya que existe una carta del marqués de Valdeiñigo, encargado de la Comisión de Control de Ingresos de la Exposición, que ponía en conocimiento de la Permanente estos extremos, llegando a un acuerdo para que en un plazo determinado se realizaran dichos pagos.[16]
El 1 de noviembre de 1929, S.M. Alfonso XIII, realizó una visita al pabellón siendo agasajado por la dirección de la compañía; mientras realizada ésta, llegó el médico donostiarra Sr. Asuero, en aquel momento considerado un mago por las milagrosas curas que realizaba con su controvertido método personal, acompañado de otros médicos, siendo saludado le fue requerido por el monarca, que realizara unas cuantas aplicaciones de su método a un sordo, a una mujer reumática y a un ciego por sarampión, resultando curada la mujer reumática y muy mejorados de sus dolencias los otros dos pacientes.[17]
Personal del servicio del Pabellón Osborne y cerveza Cruz del Campo en una de las salas del pabellón. (Fotografía del blog decruzcamposoy) |
Esta empresa familiar, no solo continúa con sus actividades, sino que ha sabido expandirse en otros sectores, ampliando sus bodegas y abarcando otro tipos de caldos como el Rioja con la Bodegas Montecillo y los vinos de Oporto, en el ámbito de los licores ha aumentado sus productos de destilerías con marcas tan legendarias como Anís del Mono, 103, Magno y Conde de Osborne. Las empresas S.C.R de Jabugo y Mesones Cinco Jota, también han formado parte de esta expansión así como una abultada participación en el capital social de Solán de Cabras y Sánchez Romero Carbajal.
Si Gambrinus es el símbolo de la cerveza Cruzcampo incorporado a ella en 1926, el toro es la imagen emblemática que representa la marca Osborne, creado por el artista Manuel Prieto, que campea en el horizonte de la tierras españolas desde 1956.
NOTAS.-
[1]. Historia casa Osborne (El Puerto de Santa María). En http://wikimapia.org/1662931/es/osborne. Recuperado 01 de febrero de 2020.
[2]. Cruzcampo. Origen y expansión de la empresa, En https://es.wikipedia.org/wiki/Cruzcampo. 07 de mayo de 2013.
[3] . Roberto Romero Laffitte. Conservas Sur. En http://www.gentedelpuerto.com/2009/07/05/333-roberto-romero-laffitte-conservas-sur/. Recuperado 12 de febrero de 2020.
[4]. AMS. SECC. XVIII. EIA. Libro de Actas de la Comisión Permanente núm. 5. Sesión de 28 de julio de 1928.
[5]. AMS. SECC. XVIII. EIA. Libro de Actas de la Comisión Permanente núm. 5. Sesión de 02 de noviembre de 1928.
[6]. Datos extraídos de las Tarifas a regir para los terrenos parcelados del Sector Sur. AMS. SECC. XVIII. EIA. Libro de Actas de la Comisión Permanente núm. 4. Sesión de 15 de junio de 1928.
[7]. Esta Memoria está fechada el 20 de octubre de 1928, y fue aprobada por la Comisión Permanente el 02 de noviembre siguiente. A.M.S. SECC. XVIII EIA. Expediente Osborne- Cruz del Campo. Caja 97 Rollo 719 fotogramas 462 a 466.
[8]. Gómez de Terreros Guardiola, M. V.(1988) Aurelio Gómez Millán, Arquitecto. (Sevilla) Edita Colegio Oficial de Arquitectos de Andalucía Occidental. pp. 152-155.
[9]. Ibídem.
[10]. Ibídem.
[11]. Graciani García, A. Pabellones comerciales en la Exposición Iberoamericana. El Pabellón Domecq. En Aparejadores. nº 39 4º trimestre 1991. p. 23.
[12]. Gómez de Terreros Guardiola, M. V.(1988) Aurelio Gómez Millán, Arquitecto. (Sevilla) Edita Colegio Oficial de Arquitectos de Andalucía Occidental. pp. 152-155.
[13]. Rodríguez Canela, R. Manuel Robles: Yo fui el único botones de la Exposición de 1929. En ABC de Sevilla, 28 de junio de 1987. p. 37.
[14]. 1.911 - 1.929 Historia de La Cruz del Campo. Del blog decruzcamposoy, publicado por F. Javier de León-Pajares.
http://javierdeleon.blogspot.com/2013/10/seguimos-con-nuestra-historia-de-la.html. Recuperado el 13 de febrero de 2020.
[15]. Rodríguez Bernal, E. (2006) La Exposición Ibero-Americana de Sevilla, Sevilla. Edita ICAS Instituto de la Cultura y las Artes. Este dato está tomado de la Tabla 3. Ingresos de la celebración del Certamen. p. 170.
[16]. AMS. SECC. XVIII. EIA. Libro de Actas de la Comisión Permanente núm. 7. Sesión de 06 de septiembre de 1929.
[17]. La estancia de la familia real en Sevilla. En el pabellón de la Cruz del Campo. El Noticiero Sevillano. 02 de noviembre de 1929, p. 1. -Estancia de Sus Majestades en Sevilla. La Correspondencia Militar. 02 de noviembre de 1929. p. 4.
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Mi padre estuvo trabajando en esta Empresa durante 49 años, donde ingreso en 1.927.
ResponderEliminarEn el 43, ingrese yo, con 14 años, estuve durante 43 años, por lo que me venia de familia esta incomparable Marca.
Hoy me encuentro por primera vez con esta Magnifica página, y no menos que felicitar es su merecido.
Enhorabuena-
Gracias Fco. Javier por tu comentario, y lástima no tener mas datos sobre este pabellón que debió ser todo un éxito durante la Exposición.
EliminarYo he abierto una pagina que se llama DECRUZCAMPOSOY, pero de antemano le advierto que en esto de la informática, me he incorporado tarde a la misma, ya tengo 70 años. No me preocupa, soy obstinado. Tengo 100 años de "historia", de la que he incorporado unos 20, pero me gustaría incorporar algo de lo que usted cuenta, aunque sea aparte. Siempre pondría el origen, que duda cabe, pero lo ideal seria tal como usted la tiene. Me gustaría saber su opinión, pues yo en esto de las "paginas", estoy en otra onda. Por favor, deme su opinión sobre la misma.
EliminarMuchísimas gracias de antemano. Ah, todo está a su disposición.
Estimado Fco. Javier, es para mi un honor poder documentar tu blog.
EliminarTe ruego me escribas a mi correo para intercambiar impresiones. jujoca1340@gmail.com
Recibe un cordial saludo
Juan José Cabrero