5 y 39.- Los pabellones sucursales del Banco Central


En la sesión de la Comisión Permanente de la Exposición Iberoamericana celebrada el 6 de mayo de 1927, se dio lectura a una carta del director de la sucursal del Banco Central en Sevilla, solicitando la asignación de terrenos, dentro del recinto de la Exposición, para establecer unas oficinas de cambio de carácter oficial, que sería atendida por personal con posesión de varios idiomas.

Por parte del Comisario Regio Cruz Conde y demás miembros de la Comisión, no vieron inconveniente alguno para tal concesión a esta entidad bancaria, siempre de que los tipos de cambio fueran los oficiales de la Bolsa.

Además condicionaban esta decisión, a dos factores; el primero a que la Comisión Permanente sería la que fijaría el número de oficinas, y el segundo, a que fuera aprobado por el Director Artístico de la Exposición, los proyectos de edificios que presentara en sus aspectos ornamentales.[1]

El 9 de diciembre, se rectifica el acta del 6 de mayo, pues no constaba en la misma la exclusividad que se le había concedido al citado banco dentro del Certamen, con la obligación de efectuar sus operaciones con la cotización oficial y sin aplicar ningún tipo de prima.[2] El 23 de dicho mes, la Permanente, acuerda acceder a la solicitud del Banco Central, para la construcción de dos Pabellones Propios Nacionales para oficinas bancarias, en la zona 1º y en la 8º, es decir en la zona norte del recinto la primera, más concretamente en la avenida de Portugal; y la segunda en el llamado Sector Sur, en la avenida Infanta Luisa, actual calle Páez de Ribera.[3]

En el mes de septiembre de 1928, queda registrada en la sesión de la Comisión Permanente, una petición del Banco Central, solicitando autorización “…para que pueda funcionar en los pabellones que construye en el recinto del Certamen, una representación de la casa Thos Cook, dedicada a la organización de viajes y excursiones, y a suministrar detalles sobre alojamiento durante la Exposición”. [4] A pesar de informar favorablemente la Dirección de Explotación, la autorización quedó sobre la mesa, no volviéndose a tratar hasta el 14 de diciembre de dicho año, en la que al informe favorables la Dirección de Explotación, se le une el del Subdelegado de Turismo en Andalucía y Canarias, accediéndose entonces a la petición pero “haciéndole notar lo que pudiera –en cierto modo- influir esta segunda concesión, que a su requerimiento se le hace, y que modifica la primera concesión hecha que tan directamente atañe al ejercicio de sus principales funciones como banco”, por parte del Comisario Regio.[5]

El Banco Central como tal, era una entidad financiera de reciente creación, ya que se fundó en 1919, gracias a la fusión de ocho pequeños bancos. Orientado al sector industrial, a él se debe la creación de grandes empresas como la Minero Siderúrgica de Ponferrada, Saltos del Sil y Cementos Cosmos.[6]

En 1929, tenía esta entidad un capital autorizado de 200.000.000 de pts., y el desembolsado de 60.000.000, con un fondo de reserva de 20.000.000 pts., y presencia en toda la geografía nacional. Ofreciendo por primera vez en España, una servicio de relaciones extranjeras, con el objeto de intensificar el intercambio entre los países iberoamericanos, con un centro de información a disposición de los clientes tanto nacionales como extranjeros, a fin de facilitarle el desarrollo de sus negocios.[7]

Según rezaba la propaganda “El Banco Central, ha situado en lugares estratégicos de la Avenida de Portugal y en el Sector Sur de la Exposición, dos pabellones artísticos y cómodos para facilitar las negociaciones de giros y demás operaciones bancarias”.[8]

Publicidad del Banco Central insertada en el Libro de oro Ibero-Americano. Catálogo Oficial y Monumental de la Exposición de Sevilla.
No ha sido posible encontrar la documentación del proyecto de ambos pabellones, por lo que desconocemos la autoría de los mismos, ni ningún otro dato de relevancia relativo a la participación del Banco Central en el Certamen sevillano. Para tratar la descripción de ambos edificios, hemos tenido que recurrir a la observación de las escasas imágenes que han quedado de ellos.

De la contemplación de las imágenes referidas, podemos destacar que ambos edificios son de similares características, con un estilo popular marcadamente andaluz, tomando como referencia construcciones propias del bajo Guadalquivir, con cubiertas de tejas a cuatro aguas, con los perfiles vidriados a dos colores. Núcleo central más elevado, al que se le adosan espacios de menor altura en sus lados, sirviendo uno de ellos de acceso al pabellón. Otro elemento común en ambos edificios, era la situación de éstos sobre un podio o basamento, que lo eleva sobre el rasante de la parcela, así como la ornamentación, con artística azulejería y forja sobre paredes blancas encaladas.

Página publicitaria de la publicación “Comercio internacional: anuario seleccionado de la producción mundial” correspondiente al año 1928, donde aparecen los bocetos de los pabellones que el Banco Central tenía previsto construir en al Exposición Iberoamericana.
El pabellón-sucursal ubicado en la avenida de Portugal, se instaló entre los pabellones de Portugal y Extremadura, a la espalda de la Plaza de España. El cuerpo central, era un espacio cúbico con cubierta a cuatro aguas de teja árabe, a diferencia del que se aprecia en el boceto que era de planta rectangular, al que se le adosaron dos elementos en los lateares de menor altura con cubiertas resueltas a la andaluza, con terraza y balaustrada de hierro terminada en las esquinas por jarrones de cerámica sevillana. 

La puerta principal estaba constituida por un arco de medio punto de ladrillo visto, sobre el cual se instaló un panel cerámico con la inscripción BANCO CENTRAL. En la fachada posterior el elemento adosado, era de menores proporciones que los laterales y la cubierta de teja. Alrededor del edificio se abrían huecos formados por arcos de medio punto, cubiertos los laterales por bello tejaroz, y cerrados por hermosas rejería. 

Situación del pabellón-sucursal del Banco Central en la avenida de Portugal, entre el pabellón luso y el de Extremadura. (Fototeca Municipal de Sevilla. Archivo Sánchez del Pando.)

Boceto del la sucursal del Banco Central en la avenida de Portugal. (Postal publicitaria de la época)
El basamento sobre el que se levantó el edificio, era de planta rectangular, al que se la habían instalado unas escaleras para el acceso desde el nivel inferior del rasante de la calle. Este basamento se encontraba rodeado por una barandilla de hierro, que era soportada por una balaustrada de fábrica, en los ángulos, en los cuales se instaló faroles también de forja para la iluminación.

El edificio levantado en la avenida de la Infanta Luisa, limitaba a la derecha con el Pabellón del Aceite, a la izquierda con el de British Sulphate Ammonia, y en la trasera con el Pabellón de la Algodonera del Estado, ocupando la parcela núm. 39 del Sector Sur.

Situación del pabellón-sucursal del Banco Central en la avenida Infanta Luisa, actual Páez de Ribera, entre los pabellones del Aceite a la derecha, British Sulphate a la izquierda y el de la Algodonera del Estado en la parte posterior. (Fototeca Municipal de Sevilla. Archivo Sánchez del Pando.)
Aunque guardaba bastante similitud con el construido en la avenida de Portugal, éste tenía un composición algo más elaborada, siendo el núcleo central la parte más diferenciada, que en este caso tenía la planta forma de hexágono irregular, añadiéndoseles tres cuerpos cuadrados en los lados de mayor longitud, uno de los cuales servía de acceso o vestíbulo al edificio. 

Otra de las diferencias eran las cubiertas, en la que todos los cuerpos se cubrieron con teja árabe; también se abrieron huecos en todo el contorno del edificio para ventanas, con arcos de medio punto instalándose los típicos tejadillos de teja vidriada en azul y blanco en los huecos de los tres lados menores.

Boceto del la sucursal del Banco Central en el Sector Sur. (Ilustración de “Comercio internacional: anuario seleccionado de la producción mundial” año 1928)
El basamento del pabellón, tenía planta de hexágono irregular, y se circundaba por una baranda de hierro, interrumpida por las escaleras de acceso instaladas en casa uno de sus lados. En los ángulos también se colocaron faroles de forja para la iluminación nocturna.

Vista del pabellón desde un ángulo. (Arxiu Mas- Fundació Institut Amatller d'Art Hispànic)
Nada sabemos sobre el interior de estos pabellones-sucursales, que suponemos tendrían las instalaciones propias de unas oficinas bancarias. Pero tenemos constancia, que el pabellón situado en la avenida de Portugal, fue utilizado posiblemente como caseta en la Feria de 1931, por lo que su derribo fue posterior a esa fecha.[9]

Vista aérea de la sucursal del Banco Central en el Sector Sur. (Fototeca Municipal de Sevilla. Archivo Sánchez del Pando.)
NOTAS:
[1].- Archivo Municipal de Sevilla. Sección XVIII. Exposición Iberoamericana. Libro de Acta nº 3 de Comisión Permanente. Sesión del 06 de mayo de 1927.Rollo 626. Fotogramas 286. 
[2] .- A.M.S. Sección XVIII. Exposición Iberoamericana. Libro de Acta nº 4 de Comisión Permanente. Sesión del 9 de Diciembre de 1927. Rollo 626. Fotograma 452. 
[3] .- A.M.S. Sección XVIII. Exposición Iberoamericana. Libro de Acta nº 4 de Comisión Permanente. Sesión del 23 de Diciembre de 1927. Rollo 626. Fotograma 459. 
[4] .- A.M.S. Sección XVIII. Exposición Iberoamericana. Libro de Acta nº 5 de Comisión Permanente. Sesión del 28 de septiembre de 1928. Rollo 627. Fotograma 45 
[5] .- A.M.S. Sección XVIII. Exposición Iberoamericana. Libro de Acta nº 5 de Comisión Permanente. Sesión del 14 de diciembre de 1928. Rollo 627. Fotograma 129. 
[6] .- Banco Central (empresa de España) – Wikipedia 
[7] .- Libro de Oro Ibero-Americano. Catálogo oficial y monumental de la Exposición de Sevilla. Publicidad del Banco Central insertada en dicha obra. 
[8] .- Exposición Ibero-Americana – El Mediterráneo. 04 de mayo de 1929. Pág. 1. 
[9] .- A.M.S. Sección XVIII. Contaduría. Rollo 736. (fotogramas del 473 al 530). 





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