- Pabellón de Asturias


Vista general del Pabellón de Asturias. (Postal de L. Roisin. Institu d’Estudis Fotografics de Cataluya)

La participación tanto de organismos oficiales como comercial e industrias del Principado de Asturias, a diferencia de otras regiones, fue decidida y desde el primer momento mostró su apoyo a estar presente en la Exposición Iberoamericana, como lo demostró en la reunión del Comité Pro-Exposición, celebrado en marzo de 1927, acordando construir el Pabellón de Asturias estimando un corte de 200.000 pts.[1]

Pasado un año y con la magnífica campaña desplegada por el Comité local Pro-Exposición, la Comisión Provincial de Asturias, en sesión celebrada el 03 de abril de 1928, acordó destinar en principio 75.000 pts. al objeto de sufragar los gastos que ocasionara la construcción del pabellón representativo, así como designar al diputado Ismael Figaredo para que se encargara de todo lo relacionado con el emplazamiento del pabellón con la Dirección del Certamen.[2]

El referido diputado, presentó una solicitud para la concesión de 700 m2 de terrenos para la construcción del pabellón;[3] siendo aprobada dicha solicitud, por la Comisión Permanente de la Exposición en la sesión celebrada el 25 de mayo,[4] asignándole una parcela de 20 X 33 m. en la plaza de los Conquistadores, junto a otras parcelas reservadas a representaciones regionales. Esta situación tan privilegiada con fachada a los amplios jardines de la parte central de la Plaza de los Conquistadores, entre las avenidas de Panamá y el Salvador, lindando con el pabellón de Jaén, y justo al lado derecho del Pabellón del Patronato Nacional de Turismo que la presidía, fue gracias a la intervención de Romualdo Alvargonzález y Laquine, Presidente de la Colonia Asturiana en Sevilla y Director de Explotación de la Exposición Iberoamericana.[5]

A primeros de junio de 1928,[6] se publican en los medios de comunicación regionales las bases y características, que la Comisión provincial asturiana había aprobado, para la construcción del edificio representativo, promoviendo un concurso de proyectos, sobresaliendo entre estas características las de que pabellón debía representar una casa-palacio de estilo o modalidad regional de los siglos XVII o XVIII, teniendo que contener salas para la exhibición de trajes regionales, mobiliario, objetos de uso doméstico, cuadros, fotografías, maquetas, aperos de labranza, o útiles de industrias agrícolas y cuanto por su antigüedad o mérito fuera digno de figurar.

Entre sus características estaba que la construcción debía ser provisional, y tanto su aspecto exterior como la decoración interior serían típicas del principado, “es decir la materialización del espíritu de la región que representa”. El importe de los gastos que ocasionaría la representación del principado, sería satisfecho por la Diputación provincial y los ayuntamientos asturianos.

Además, debía ser presentado acompañado de una proposición suscrita por un constructor de reconocida solvencia, que se asociara al arquitecto autor del proyecto, comprometiéndose a llevarla a cabo, teniendo como plazo de entrega el 1º de marzo de 1929.

El límite máximo para el costo de la construcción se fijó en 150.000 pts. en cuyo importe se incluían los honorarios del autor, la dirección de las obras, los viajes de inspección de la misma, además de los gastos de conservación de la misma hasta su clausura.

A pesar del apoyo de los industriales y comerciantes de la región, que hemos indicado al principio, y debido a que fue la Diputación de Oviedo y los ayuntamientos asturianos los que tuvieron que incluir en sus presupuestos, un cinco por mil de sus ingresos, para sufragar los gastos de la instalación regional, el Comité local en las bases del concurso limitó expresamente, que no pudiera haber en el pabellón reclamo de empresas comerciales, y éstas si se exhibían en el interior del pabellón, lo harían de forma general y anónima, como industrias propias de la región. Para estar presente de forma comercial, lo deberían de hacer en la Galerías Comerciales Nacionales o el Pabellón de Industrias para la Exportación, es decir fuera del pabellón.[7]


Boceto general del Pabellón de Asturias. (ilustración Exposición Iberoamericana de Sevilla 1929-1930. Guía Oficial) y detalle de la decoración de una de las fachadas. (El Liberal 17/10/1928)


El concurso que fue ganado por el arquitecto Enrique Rodríguez Bustelo junto al contratista y decorador Jesús Gargallo. El autor del proyecto fue uno de los arquitectos más destacado de su generación, iniciando su actividad al principio de la década de 1910, cuando en Asturias se había producido una gran actividad industrias y económica, que demandaba nuevas construcciones. La constante durante toda su trayectoria profesional fue el Regionalismo Arquitectónico, inmerso por el interés en la historia y la búsqueda de personalidad culturales con el intento de definir y reformular un lenguaje que fuera expresión de la identidad del regionalismo asturiano, como los modelos existentes sevillanos y montañeses, pero con matices propios. Rodríguez Bustelo era en ese momento arquitecto de la Diócesis y del Ayuntamiento de Oviedo, obteniendo la medalla de oro de la Exposición por esta obra.[8]

En la sesión celebrada el 17 de agosto de 1928 la Comisión Permanente fue aprobado el proyecto presentado para el Pabellón de Asturias,[9] y a primeros del mes de octubre, el Gobernador Civil de Oviedo, firmó el contrato para la construcción del pabellón.[10]

El día 12 de ese mismo mes se desplazaron a Sevilla, el arquitecto autor del pabellón y el contratista adjudicatario de la obra, para tomar posesión del terreno concedido, iniciándose inmediatamente su construcción, quedando terminado los trabajos de replanteo y cimentación el 20 de dicho mes.[11] Según la prensa que se hizo eco de la noticia, el pabellón ocuparía una superficie de unos 700 m2 y su traza se inspiraba en una casa solariega asturiana del siglo XVIII; en él se incluiría una exhibición de muebles y trajes regionales antiguos, pero sin presencia de carácter industrial.

El Comité asturiano para poder hacer frente a los gastos de la obra, solicitó un crédito de 150.000 pts., a los bancos de Oviedo y Gijón, cuyo importe sería devuelto cuando los ayuntamientos entregaran las cantidades que les correspondían a cada uno de ellos,[12] con una primera entrega a primeros de marzo de 1929 y la última antes del 31 de diciembre de dicho año.[13]

Mientras tanto las obras debieron marchar a buen ritmo, pues a finales de enero de 1929, se trasladó a Sevilla Antonio J. Onieva, que ocupaba el cargo de Secretario de la Comisión local de la concurrencia al Certamen, para comprobar el estado de la edificación del pabellón e iniciar el acondicionamiento del mismo e instalación de los contenidos a final del mes de febrero.[14]

El aspecto del pabellón asturiano tenía gran similitud con el vasco, acrecentado por la composición del basamento pétreo y paramentos encalados con cadenas en las esquinas, diferenciándolos la provisionalidad del asturiano respecto al vasco de carácter permanente,[15] gran parte de los materiales eran falsos, consiguiendo Rodríguez Bustelo, un gran realismo en las copias sobre los originales, al contar como auxiliar al constructor y decorador Jesús Gargallo. El edificio también llamado “La Casa de Asturias”, constaba de dos plantas de altura, y la superficie total construida alcanzó los 1.090 m2, con un coste aproximado las 130.000 pts.[16]

Detalle de la fachada principal del pabellón asturiano. (Fototeca Municipal de Sevilla. Archivo Fernando Carmona)

De planta cuadrada, el edificio se resolvía en torno a un patio central que distribuía sus espacios alrededor de las cuatro galerías altas y bajas con que contaba; la facha principal del edifico, de 26 m.,[17] se articulaba, mediante dos torreones que alojaban en el ático escudos armeros y que flanquean en el hastial la zona del centro, donde se instalaba el pórtico de entrada bajo tres arcos rebajados sobre pilastras pétreas y el balcón corrido de tres vanos.[18] Las cubiertas del edifico era de teja a dos aguas, excepto en los torreones que eran a cuatro, con alero muy volado al igual que el balcón central.

En la fachada posterior se instaló una balconera de madera voladiza, con las columnas que sostenían el tejaroz talladas; y en la lateral derecha se abrían dos accesos, el derecho simulaba la entrada a una ermita, posiblemente a la capilla interior, con arco de medio punto, sobre el cual se había instalado un tejaroz volado sostenido por columnas toscanas, sobre éste, un escudo de piedra armero y coronando el conjunto una pequeña espadaña con campana.


La balconera de madera de la fachada posterior vista desde el exterior (archivo del autor) e interior. (ilustración de la revista La Esfera 08/06/1929)


Fachada lateral derecha, con dos accesos, el derecho como pórtico de una ermita coronado por una pequeña espadaña. (postal de época)


El patio central, se componía de galerías en planta baja y primera, las columnas toscanas y los arcos rebajados situados en la galería claustral baja, sostenía la galería superior constituida por un antepecho liso corrido sobre el que se apoyaban las columnas del mismo estilo que sostenían la cubierta.


Aspecto del patio central, con las galerías alta y baja sostenidas por columnas toscanas y arcos rebajados. (ilustración de la revista La Esfera 08/06/1929)

Para el amueblar y completar los contenidos el pabellón, fue necesario enviar a Sevilla tres vagones de tren de diez toneladas, estando encargados de la instalación de los mismos los componentes de la Comisión asturiana Antonio J. Onieva, Luis Carujo y Aurelio del Llano.[19]

Para la descripción de los contenidos de las diferentes salas del pabellón, nos atendremos a la información aparecida en diferentes artículos periodísticos aparecidos durante la inauguración de la representación asturiana.[20]

En la planta baja se habían instalado dos salones en los que se exponían los típicos aperos de labranza de la región y material antiguo relacionado con la agricultura de uso en la región; también se mostraba un carro antiguo de labradores de la montaña y numerosas arcas, mesas, sillones y otros mobiliarios típicos.

Se hallaban también en esta planta una cocina típica aldeana con todo tipo de útiles de cobre, herradas, barcalas y vasijas de lo más características y hasta con los más mínimos detalles; y las salas de etnografía y turismo, en la primera se pudo contemplar una hermosa colección de acuarelas de José Uría, maquetas y varias vitrinas entre ellas con objetos prehistóricos, propiedad de Aurelio del Llano, miembro del Comité asturiano, hallados en los castros de Carabia y Columba, además de castañuelas, palillos, escudillas, madreñas peines de cardar, cuernos rodo con tallas primorosas, hechas por los pastores, y Francisco Benítez Mellado realizó varios dibujos y grabados de pinturas rupestres de Asturias para esta sección. En la sección turística del pabellón, se exhibían fotografías y bellas postales con paisajes de la región norteña, y en otra sala, prendas y trajes regionales, así como muestras de carácter cultural y mercantil

Al fondo del patio, a la derecha, se situó una capilla dedicada a la Virgen de Covadonga, en la que se mostraba un notable cuadro de una dolorosa de autor anónimo, también se había montado un hermoso retablo de talla y frente de altar de madera embutida, y ricos ornamentos litúrgicos, además se podían ver numerosas fotografías de la Basílica dedicada a la Virgen.

En uno de los ángulos del patio, arrancaba la escalera de acceso a la planta alta, en el rellano de ésta se encontraba un arca gótica, y en el corredor que la circunda una la hermosa y artística colección de los bellos paisajes de Asturias del fotógrafo Duarte, que llenaban todos los muros.

Un aspecto de la cocina aldeana, con los utensilios propios de ella. (ilustración de la revista La Esfera 08/06/1929).

En esta planta alta se encontraba el salón principal dedicado a Jovellanos, que era una reconstrucción de la habitación de Melchor Gaspar de Jovellanos en la que figuraba los muebles de la sala que uso el gran asturiano y la cama donde murió. Constaba esta sala de la cama, El Cristo de hierro, la mesa y el bargueño, tintero, pluma, libros y autógrafos, el sillón de trabajo, el retrato que le hizo Goya, la estatua sedente, en fin, todo lo que la habitación originariamente tenía.

En el centro de la sala se había instalado una vitrina con dibujos de la colección de Jovellanos que se conservaban en el Instituto, inspirados en el exorno monumental de las iglesias asturianas del siglo IX.



Salón de Jovellanos, en el que se reconstruía la habitación de este asturiano inmortal, con los muebles auténticos, incluida la cama donde falleció (ilustración revista Nuevo Mundo 31/05/1929) y retrato del asturiano pintado por Goya (archivo del autor)

Las otras salas que componían la exposición asturiana de esta primera planta eran el salón asturiano, situado a la izquierda, donde se exponían una colección de muebles de tallas populares de la región y un valioso cofre de cuero repujado, propiedad del diputado Carlos de la Concha, y cuadros de época.

La sala de los Grecos, en la que se encontraban fotografías de la serie “El apostolado”, de El Greco, conocida también como “El apostolado de San Feliz” propiedad de los marqueses de San Feliz, uno de los conjuntos más completos de los conocidos de esta temática, cuyos originales se encontraban en Oviedo en casa del marqués, además de preciosos bargueños del siglo XVI y una gran vitrina donde se muestran varias ejecutorias de casa ilustres asturianas, códices, libros valiosos, y una colección de dibujos procedentes del Instituto Jovellanos de Gijón.

Y una biblioteca donde se habían reunido todos los libros que trataban sobre Asturias, escritos por autores asturianos, así como un despacho con mobiliario de estilo asturiano.

Estatua sedente de talla de madera policromada que representa a Jovellanos, realizada por Cristóbal Ramos, que se exhibió en la Sala Jovellanos, actualmente el Museo Nacional de Artes Decorativas. (imagen procedente del catálogo del Museo Nacional de Artes Decorativas)


Con motivo de la inauguración de la Exposición, se convocó un concurso de orfeones para entregar una pensión aquel que resultara ganador y enviarlo al certamen para que dieran conciertos de música regional.[21] El 12 de mayo, pocos días después de la apertura de la muestra, se produjo la visita de los Reyes D. Alfonso y Dña. Victoria Eugenia, y el presidente del Consejo de Ministros General Primo de Rivera, al pabellón asturiano, donde fueron recibidos por numerosos componentes de la colonia de dicha región en Sevilla, así como el presidente de la Diputación de Oviedo, José Cuesta, y una comisión de dicha diputación; y los alcaldes de Oviedo, Avilés y Gijón, y miembros de la Comisión regional, así como el arquitecto del pabellón Enrique Rodríguez Bustelo junto al contratista y decorador Jesús Gargallo.



Dos imágenes de los reyes D. Alfonso y Dña. Victoria Eugenia, recorriendo el edificio el día de la inauguración de pabellón. (ilustraciones de la revista Nuevo Mundo publicadas el 17 y el 31/05/1929)

La visita real al edificio y al extenso material tanto artístico, como histórico y etnográfico que alojaba fue muy detenida, y debido a un comentario de la Reina, al contemplar la fotografía de un hórreo,[22] fue solicitado en el mes de agosto, por el Gobierno Civil de Oviedo,[23] permiso para la instalación, en el exterior, de un típico hórreo asturiano, que fue visitado por S.M. la Reina el 2 de noviembre.[24]

Este pabellón fue uno de los más concurridos y alabados por los visitantes a la Exposición, siendo derribado una vez clausurada la Exposición, aunque no ha quedado constancia de la fecha y empresa encargada de ello.

NOTAS:
[1] . Asturias concurrirá a la Exposición de Sevilla. En El Pueblo, de Valencia. 15 de marzo de 1927, p. 3.
[2] . Boletín Oficial de la Provincia de Oviedo. Número 105 – 09 de mayo de 1928, pp. 1 y 2.
[3] . Archivo Municipal de Sevilla. Sección XVIII. Exposición Iberoamericana. Libro de actas de la Comisión Permanente núm. 4. Sesión del 11 de mayo de 1928.
[4] . A.M.S. Secc. XVIII. E.I.A. Libro de actas de la Comisión Permanente núm. 4. Sesión del 25 de mayo de 1928.
[5] . El Pabellón de Asturias. En La Gaceta de Tenerife, de Tenerife. 31 de octubre de 1928, p. 1.
[6] . Asturias en la Exposición Iberoamericana. Concurso de proyectos para la construcción del pabellón en dicho Certamen. En La Voz de Asturias, de Oviedo. 03 de junio de 1928, p. 6.
[7] . Boletín Oficial de la Provincia de Oviedo. Número 23 – 29 de enero de 1929, p. 2.
Se reúne el Comité Ejecutivo. En Región, de Oviedo. 15 de enero de 1929, p. 11.
Asturias en la Exposición Iberoamericana. Concurso de proyectos para la construcción del pabellón en dicho Certamen. En La Voz de Asturias, de Oviedo. 03 de junio de 1928, p. 6.
[8] . Morales Saro, M. V. Enrique Rodríguez Bustelo; escritos sobre arquitectura. María Cruz, En Homenaje a Juan Uría Ríu. Varios Autores. (1997) Universidad de Oviedo. pp. 867 - 870.
[9] . La Exposición de Sevilla. Reunión de la Comisión Permanente. En La Época, de Madrid. 18 de agosto de1928.
A.M.S. Secc. XVIII. E.I.A. Libro de actas de la Comisión Permanente núm. 5. Sesión del 17 de agosto de 1928.
[10] . Resumen del día de ayer. En La Voz de Asturias, de Oviedo. 05 de octubre de 1928.
[11] . El Pabellón de Asturias en la Exposición Ibero-Americana. En El Liberal, de Sevilla. 17 de octubre de 1928, p. 1.
La Exposición de Sevilla. El Pabellón de Asturias. En La Época, de Madrid. 15 de octubre de 1928, p. 2.
El Pabellón de Asturias. En La Gaceta de Tenerife, de Tenerife. 31 de octubre de 1928, p. 1.
[12] . La concurrencia de Asturias a la Exposición de Sevilla. En El Noticiero Sevillano, de Sevilla. 31 de enero de 1929, p. 4.
[13] . Se reúne el Comité Ejecutivo. En Región, de Oviedo. 15 de enero de 1929, p. 11.
[14] . Lemus López, E. La Exposición Ibero-Americana a través de la prensa (1923-1929). Sevilla (1987) Edita E.M. Mercasevilla, p. 231.
El pabellón regional de Asturias en la Exposición Ibero-Americana. En El Noticiero Sevillano, de Sevilla. 05 de febrero de 1929, p. 2.
El pabellón regional de Asturias en la Exposición Ibero-Americana. En El Correo de Andalucía, de Sevilla. 12 de febrero de 1929, p. 2.
[15] . Villar Movellán, A. Arquitectura del Regionalismo en Sevilla. 1900-1935. Sevilla (1979) Edita Diputación Provincial de Sevilla, p. 442.
[16] . Según Vicente Mora Arenas, Gobernador Civil de Sevilla, en su libro “El Avance de la provincia de Sevilla desde el 13 de septiembre de 1923” pág. 160.- dice que la superficie del pabellón fue de 1090 m2 y su coste aproximado de 130.000 pts.
[17] . El Pabellón de Asturias en la Exposición Ibero-Americana. En El Liberal, de Sevilla. 17 de octubre de 1928, p. 1.
[18] . Villar Movellán, A. Arquitectura del Regionalismo en Sevilla. 1900-1935. Sevilla (1979) Edita Diputación Provincial de Sevilla, p. 442.
[19] . Actuación del Comité de Asturias en la Exposición de Sevilla. En Región, de Oviedo. 11 de mayo de 1929, p. 4.
[20] . Archivo Histórico de Asturias. Fondos Comisión Provincial de Monumentos Históricos y Artísticos de Oviedo. Expedientes técnicos C83727/11.
Boletín Oficial de la Provincia de Oviedo Número 29 - 1929 febrero 5 p. 1.
Museo Nacional de Artes Decorativas. CE/1950/14. Descripción: Estatua sedente, realizada por Cristóbal Ramos, de talla de madera policromada que representa a Jovellanos. Primero de los retratos conocidos de Jovellanos y el único escultórico que él mismo encargó. El ilustrado aparece representado a los 26 años de edad, con ocasión de su nombramiento como Alcalde del Crimen de la Audiencia de Sevilla. Viste toga y aparece sentado en su sillón de magistrado con la mano derecha alzada en el acto de impartir justicia.

Inscripciones: EL LIC. D. GASPAR MELCHOR D/ JOVE LLANOS RAMIÍREZ DE MIRANDA/DEL CONSEJO DE S.M.C. [...] ALCALDE/DEL CRIMEN EN EL R AVD.A DE SEV. A /NACIO A 5 DE ENERO DE 1744/PROMOVIDO EN 20 DE NOV.E DE 1768/Ramos fecit Valdes pinx Hispalis 1770.
Relación de artículos de prensa utilizados para realizar la descripción de los objetos expuestos en el pabellón:
-Actuación del Comité de Asturias en la Exposición de Sevilla. En Región, de Oviedo. 11 de mayo de 1929, p. 4.
-El Pabellón de Asturias. En La Voz de Asturias, de Oviedo. 14 de mayo de 1929, p. 1.
-De la Exposición de Sevilla. En el de Asturias. En Región, de Oviedo. 14 de mayo de 1929, p. 3.
-Pabellones Regionales. En El Sol, de Madrid. 14 de mayo de 1929.
-Asturias en la Exposición de Sevilla. En El Correo de Andalucía, de Sevilla. 13 de febrero de 1929, p. 2.
-Asturias en la Exposición Iberoamericana de Sevilla. En Nuevo Mundo, de Madrid. 31 de mayo de 1929, pp. 36-37.
[21] . Concurso de Orfeones para la E.I.A. En El Correo de Andalucía, de Sevilla. 25 de abril de 1929, p. 6.
[22] . El Pabellón de Asturias. En La Voz de Asturias, de Oviedo. 14 de mayo de 1929, p. 1.
[23] . A.M.S. Secc. XVIII. E.I.A. Libro de actas de la Comisión Permanente núm. 7. Sesión del 03 de agosto de 1929.
[24] . El Pabellón de Asturias. En La Voz de Asturias, de Oviedo. 02 de noviembre de 1929. Pág. 2


LA FILMOTECA ESPAÑOLA HA EDITADO UNA OBRA TITULADA "LAS EXPOSICIONES DE 1929", EN LA QUE SE RECOGEN IMÁGENES DE LA EXPOSICIÓN IBEROAMERICANA DE SEVILLA Y LA INTERNACIONAL DE BARCELONA

A CONTINUACIÓN SE HA INSERTADO UNA RECOPILACIÓN DE DISTINTOS CORTES RELACIONADOS CON ESTE PABELLÓN QUE APARECEN EN DICHA OBRA








No hay comentarios:

Publicar un comentario