- Exposición Mariana Diocesana
Publicado por jujoca1340@gmail.com -
Juan José Cabrero Nieves
Dado el carácter marcadamente artístico que el Congreso Mariano de Sevilla tuvo, y como evento complementario al mismo, en la tarde del 15 de mayo de 1929, primer día del Congreso, se inauguró la Exposición Mariana en el templo colegial del Divino Salvador de Sevilla.
A las cuatro de la tarde, el Legado Pontificio, cardenal Eustaquio Iluntain, acompañado de las autoridades y personalidades que habían participado esa mañana en la sesión inaugural del Congreso, en la S.I. Catedral, hizo su entrada en el templo del Salvador, donde era esperado por la Comisión organizadora de la Exposición, encabezada por el canónigo de la Catedral Antonio Mañes Jerez, y compuesta por el presbítero Eduardo Paradas Agüera, Francisco Sánchez Castañer, Agripino Gaite, José Hernández, García Pesquera y otros miembros de dicha Comisión así como varios jóvenes católicos, versados en cuestiones de arte, que había ofrecido su colaboración para este proyecto.
Esta exposición constituyó en sí, un autentico museo, donde se podían admirar una serie de obras de arte cuya temática era la Virgen María. Entre las dos ediciones con que contó esta muestra, se expusieron más de 350 obras, entre escultura, pintura, ornamentos y objetos de culto, procedentes de la Catedral metropolitana, de distintas iglesias de la Archidiócesis, así como de conventos y particulares. También se mostraban en vitrinas, libros de coro con preciosas miniaturas de pasajes de la vida de la Virgen, portapaces, relicarios de plata, imágenes de la Virgen realizas en marfil, y joyas de todas las clases, que permanecían ocultas en los conventos de clausura. Figuraban además casullas, sayas y mantos de vírgenes, estandartes, simpecados y ornamentos litúrgicos.
El arquitecto Aníbal González y Álvarez-Ossorio, como presidente de la Comisión de ornato y régimen de locales del Congreso, fue el encargado de la disposición y organización de la Exposición, distribuyéndola en las distintas etapas de la vida de la Virgen:
-L a Virgen Niña.
-La Virgen María Adolescente.
-Virgen Madre.
-Otras Advocaciones de la Virgen.
-Virgen María Inmaculada.
-Virgen María Dolorosa.
-Asunción y Coronación de la Virgen.
Capilla Sacramental de la Iglesia del Salvador, convertida en la Sala de la Inmaculada durante la Exposición Mariana. (Ilustración revista La Esfera, de 3 de agosto de 1929) |
Para la redacción de este estudio, se ha utilizado la información contenida en la extensa Crónica Oficial del Congreso Mariano Hispano-Americano de Sevilla 1929,[1] la aparecida en la prensa local, principalmente en El Correo de Andalucía,[2] y algunos artículos específicos sobre esta Exposición,[3] así como el Catálogo-Guía de la Exposición Mariana.[4]
En el altar mayor de la iglesia colegial, presidiendo la Exposición, se encontraba instalada la Virgen de las Aguas, perteneciente a esta parroquia, instalada en su paso procesional con baldaquino de seda blanca y oro; junto a ella, en una urna, la Virgen de Belén o de la Leche, que fue donada por el rey San Fernando a las monjas del convento de San Clemente, que él mandó construir cuando la conquista de Sevilla, [5] y al otro lado la Virgen del Patrocinio con el Niño, de Écija.
La Virgen de las Aguas en su paso procesional junto a la Virgen del Patrocinio. (Ilustración de Catálogo-Guía de la Exposición Mariana. Casa de Fotos de Díaz y Murga ). |
Virgen de Belén o de la Leche, del convento de San Clemente. (Ilustración de Catálogo-Guía de la Exposición Mariana). |
Repartidos por el templo, se hallaban seis pasos procesionales que portaban las imágenes de gloria de la Virgen del Rosario de iglesia de S. Vicente y Ntra. Sra. del Amparo, bella escultura perteneciente a la iglesia parroquial de la Magdalena. De las de penitencia que hacen estación a la S. I. Catedral como en Semana Santa, las Vírgenes de la Amargura de S. Juan de la Palma, Dulce Nombre de S. Lorenzo (entonces de San Antonio de Padua), Refugio del barrio de San Bernardo y del Patrocinio de la hermandad trianera del Cachorro, aunque la primitiva propuesta de las imágenes que se trasladarían en sus pasos para la Exposición Mariana fueron la de la Esperanza, de la Macarena; la de la Concepción, de la hermandad de Jesús Nazareno (El Silencio); Ntra. Sra. del Mayor y Traspaso, de la hermandad del Gran Poder; la Amargura, de San Juan de la Palma; la Virgen del Valle, y la de la Merced, de la hermandad de Pasión.[6] Sin embargo, al parecer, dieron su aprobación para el traslado al Salvador, la hermandad de la Amargura, la del Patrocinio y la Macarena, no pronunciándose las de El Silencia, Gran Poder, Valle y Pasión.[7] Las hermandades que tenían expuestas allí sus imágenes titulares, mantenían diariamente el culto a las mismas, renovando sus flores.[8]
El número de imágenes, grupos escultóricos y pinturas, relacionados con la virgen que se expusieron fue muy importante y de alto valor tanto histórico como artístico, realizados por artistas de fama mundial.
No podemos sustraernos a hacer una relación, aunque sea somera, de las obras expuesta por lo interesante y variada de esta, distribuidas de la siguiente forma:[9]
La primera sección la formaban diez grupos escultóricos con el tema de la “Virgen Niña”; de los que podemos destacar Santa Ana y la Virgen Niña realizada en el taller de Martínez Montañés para los Carmelitas descalzos de la iglesia del Buen Suceso; otra Sta. Ana y la Virgen de una colección particular; y otra de Montes de Oca de la parroquia del Salvador, Santa Ana dando lección a la Virgen Niña; el grupo escultórico de S. Joaquín, Sta. Ana y la Virgen Niña de la parroquia de la “O”, entre otras. Una tabla con la pintura de la Generación de la Virgen, de Sturmio, y una pintura de la Anunciación de Wituel de Utrech, ambas de la colegiata de Osuna.
La segunda sección cuyo tema era “Virgen María Adolescente”, se componía de diez obras, destacando distintas pinturas, entre ellas una de Valdés Leal, Los Desposorios de la Virgen, de la S.I. Catedral, así como varias Anunciaciones, una de Pedro Villegas, otra de Virgilio Mattoni, y dos de Francisco Pacheco. En la escultura se expusieron varios grupos, como Desposorio de la Virgen, del convento de la Asunción de Sevilla, compuesta de tres esculturas policromadas, San José, la Virgen y el Sumo Sacerdote; La Visitación, con la Virgen y Santa Isabel, de Felipe de Rivas, del convento de Santa Paula, y La Virgen y San José, de Martínez Montañés del convento de San Leandro.
En la sección tercera del Catálogo-Guía, se unieron dos temáticas de la Exposición como eran “Virgen Madre” y ”Otras Advocaciones de la Virgen”, por lo que era la sección con mayor número de obras expuestas, en total 105, además de los pasos procesionales, siete libros de coro de la S.I. Catedral, setenta objetos que se mostraban en cinco vitrinas, como pequeñas esculturas de la imagen de la Virgen en marfil, barro y madera policromada, coronas y cetros, medallas, esmaltes, etc. Y cuarenta y dos piezas del apartado de Telas y Bordados, entre mantos y sayas de la Virgen, estandartes y simpecados de advocaciones marianas, capas pluviales, paños, casullas y diferentes ornamentos litúrgicos.
Entre los mantos de la Virgen destacaban los más antiguos como los de la Virgen de los Milagros, patrona del Puerto de Santa María; de la Virgen de la Merced de Bollullos del Condado. Entre las banderas, las dos banderas regaladas por Alfonso X a la Virgen del Valle de la localidad de Hinojos,[10] y el simpecado de la hermandad de las Aguas del Salvador.
Entre la de la temática de “María Madre”, podemos destacar de las que se expusieron, dos nacimientos del siglo XVIII, uno del convento de la Encarnación, y el otro procedente del convento de Santa Clara; una pintura de la escuela alemana que representaba la Adoración de los Reyes de Jerez de la Frontera, y un tondo con la Virgen el Niño y San Juanito del taller de Urbino, de la iglesia filiar de San Miguel; una imagen de la Virgen del Feliz Alumbramiento del siglo XVII también del convento de Santa Clara.
La Visitación, de Felipe de Rivas, del convento de Santa Paula. (Ilustración de Catálogo-Guía de la Exposición Mariana). |
En cuanto a la escultura se expuso unas magníficas tallas, atribuidas a Montañés, de “La Virgen y San José”, en la entonces la iglesia filial de San Miguel, y en la actualidad iglesia de San Antonio Abad.
Fueron innumerables las imágenes de la Virgen en el apartado de sus “Otras Advocaciones”, de las que a continuación enumeraremos alguna de ellas:
Virgen de Belén de Osuna, de la Paz del siglo XVI de la iglesia de Santa Cruz, de las Maravillas de San Juan de la Palma, destruida en un incendio en 1936, de la Fiebre de la Magdalena, de los Remedios, esta imagen fue titular del convento de Carmelitas descalzos que existía en Triana, convertido ahora en Instituto Hispano-Cubano, tiene de particular esta escultura, que según la tradición oró ante ella Santa Teresa de Jesús.
La Esperanza Divina Enfermera de San Martín; la Pastora de las Almas de Santa Marina; La Virgen y el Niño, talla flamenca procedente de Jerez de la Frontera; la Virgen de las Misericordias de Roque Balduque y la de la Cabeza de San Vicente.
La Virgen del Carmen de San Lorenzo, siendo esta escultura de alabastro fechada en el siglo XIV; de la Cinta de la Catedral, y por último la Virgen de la Oliva del célebre Alonso Cano traída desde Lebrija, y la Virgen de la Merced de Martínez Montañés que se encontraba en el convento de la Doctrina Cristiana.
La Virgen de la Oliva de Lebrija, de Alonso Cano, La Esperanza Divina Enfermera de San Martín, (internet) y la de las Maravillas de San Juan de la Palma (web de la hermandad). |
La Capilla Sacramental se dedicó toda ella al tema de la “Virgen María Inmaculada”,[11] en la figurando cuarenta “Inmaculadas” entre pinturas y esculturas, entre ellas la Inmaculada de Martínez Montañés del convento de Sta. Clara, otra procedente de la entonces parroquia de San Miguel, actual iglesia de S. Antonio Abad, obra del siglo XVII con la advocación del “Alma Mía”, y alrededor de la cual se produjo el movimiento inmaculista en la ciudad de Sevilla. Una pintura atribuida a Zurbarán procedente de Jerez de la Frontera, de propiedad particular, otra de Francisco Pacheco, y otras de menor calidad como la “El Padre Eterno pintando a la Inmaculada” de la Escuela Sevillana, así como diferentes tallas de los siglos XVII y XVIII procedente del convento de los Carmelitas descalzos, San Buenaventura, las Teresas, Mercedarias, Santa Paula, etc., además de algunas aportaciones de particulares, y de parroquias de la ciudad como la de San Julián.
Inmaculada de Martínez Montañés del convento de Santa Clara. (Ilustración de Catálogo-Guía de la Exposición Mariana). |
El sexto grupo correspondía a la “Virgen Dolorosa”, y lo componían quince obras, siendo de destacar una escultura de la escuela granadina de Pedro de Mena, de los padres Escolapios; otra del convento de las Capuchinas de Sevilla de Juan de Astorga, así como la Virgen de la Antigua (hoy de los Dolores) de la iglesia de Santiago, de Pedro Roldán; un busto de Dolorosa atribuida a José de Mora, de la parroquia de San Roque, una Dolorosa, imagen de vestir arrodillada, de Pedro de Mena, de la Catedral de Sevilla, y Ntra. Sra. del Mayor Dolor en su Soledad, de Tomás Molner, de la hermandad de la Carretería, además de las que se encontraban montadas en sus pasos procesionales que se han comentado anteriormente.
También se expuso una tabla del siglo XVI procedente de Constantina, y la Virgen de la Victoria, de la parroquia de Santa Ana, escultura sedente titular del extinguido convento de la Victoria de Triana, siendo tradición que, ante una imagen de igual advocación del dicho Convento, oraron Hernando de Magallanes y Juan Sebastián Elcano.
Virgen de la Victoria, parroquia de Santa Ana. (Ilustración de Catálogo-Guía de la Exposición Mariana). |
Sobre el último tema “La Asunción y Coronación de la Virgen”, se expusieron nueve piezas entre esculturas, tablas y pintura, como un magnífico altorrelieve Coronación de la Virgen, del siglo XVII, del convento de concepcionistas de Lebrija; una escultura del siglo XVI de la parroquia de San Bartolomé, una coronación del convento del Santo Ángel, otra procedente de Osuna, y una pintura del XVII del convento de Santa Paula, y otra sobre El Tránsito de la Virgen de la Escuela Alemana.
Dos autoridades en materia de arte como fueron José Francés y Ángel Vega que visitaron la muestra, dijeron de esta que “… nos ha impresionado hondamente y no perderá para nosotros durante muchos días su carácter de sorpresa. Ni puede darse en su género cosa mejor. Ni cabe nada más feliz de pensamiento, ni más original planteo, ni más acertado de selección. Toda ella es un rotundo éxito…”[12]
Esta Exposición tenía previsto cerrar sus puertas el 21 de mayo, coincidiendo con la clausura del Congreso Mariano. Sin embargo, a iniciativa del cardenal Ilundain se mantuvo hasta el 14 de julio, para con posterioridad y con la inestimable colaboración del crítico de arte Eduardo Paradas Agüeda y de los expertos Sánchez-Castañer y Muro, volver a abrirse en una segunda edición, reinaugurándose el 24 de septiembre,[13] clausurándose definitivamente el 1 de diciembre de 1929, dado el gran número de imágenes de la Virgen que recibían culto el 8 de diciembre día de la Purísima.[14]
Esta segunda Exposición Mariana, fue organizada agrupando los cuadros e imágenes atendiendo a la misma clasificación de la primera edición, y aunque se renovaron los contenidos expositivos, muchos de los objetos expuestos en la primera muestra, se pudieron volver a contemplar en esta nueva Exposición.
Coronación de la Virgen, convento Concepcionista de Lebrija. (Ilustración de Catálogo-Guía de la Exposición Mariana). |
De los nuevos fondos mostrados, los más destacado fueron los siguientes: Santa Ana, la Virgen y el Niño del Pedroso, iconografía cristiana poco usual y del primer renacimiento español; la Virgen Niña de Martínez Montañés, con un libro en la mano del convento de Santa Ana; una imagen de la Virgen sin policromar propiedad del pintor Parladé, conde de Aguilar; Ntra. Sra. de la Granada de Cantillana; La Virgen de las Nieves de Alanís, que recientemente había sido hallado su tipología gótica; la imagen de la Virgen de la Hiniesta gloriosa de San Julián, y la Virgen del Rocío de la Iglesia del Salvador. En cuanto a pintura se expuso dos valiosos cobres de Francisco Pacheco; la Virgen con el Niño de Alonso Cano y otro de Luis de Vargas; y la Virgen, San Lázaro y San Sebastián, de autor italiano, de Utrera.[15]
Completaba la exposición los bordados de las casullas de la iglesia de Galaroza, de terciopelo rojo con bordados en oro y sedas de colores; el estandarte de la Virgen del Voto, del siglo XVIII bordado en oro y seda de colores sobre tisú de plata; el estandarte de la Virgen del Rosario; el manto de la antes dicha Virgen de Voto, con sede en la iglesia del Salvador, de seda celeste y bordados en oro, con dibujos arabescos del siglo XVI.
En orfebrería podemos citar la cruz parroquial de Santa María de Arcos de la Frontera, otra barroca de Galaroza, y unos magníficos candelabros de plata de la Catedral.
Al igual que en la anterior edición, en esta ocasión, también estuvieron presente los pasos procesionales de seis hermandades sevillanas, tres de gloria y tres de penitencia. De las de penitencia estuvieron en sus andas la Virgen de la Esperanza del barrio de Triana; Gracia y Esperanza de San Roque, y la de la Victoria de la Hermandad de las Cigarreras. Y las de gloria fueron la de las Aguas del Salvador con su paso de tumbilla; Ntra. Sra. de la Luz de la parroquia de San Esteban, y la Virgen de Gracia, copia de la Patrona de Carmona, del Convento de Franciscanas Concepcionistas de dicha localidad.
La Esperanza de Triana en su paso procesional durante la Exposición. Y la Virgen de la Victoria de la hermandad de las Cigarreras. (Web de las hermandades) |
Aconteció un hecho durante el montaje de la Exposición que, según relataron los propios interesados a los periódicos, ocurrió así: “Una persona de las que trabajaron en la instalación sufrió un golpe, cayó en cama con dolores grandísimos. Se temía por la gravedad que pudiera traer aquella caída a un hogar modesto. La esposa del lesionado en amoroso reproche, de rodillas, ante la Virgen decía: Será posible que mi marido que ha estado trabajando para honrarte, esté sufriendo como sufre y quien sabe que podrá ocurrirle ¡Madre mía! No lo consientas. La mujer fue a su casa convencida de que su memorial había sido despachado favorablemente. En efecto al llegar, su esposo se disponía a reanudar los trabajos de la exposición”.[16]
Los pasos de las hermandades que se hallaban en la Exposición, fueron llevados durante la noche, del 1 de diciembre, a sus respectivas sedes canónicas, considerándose con su salida clausurada la muestra. Por desgracia algunos de los objetos, imágenes y pinturas que se expusieron, fueron la última vez que se mostraron al público, desapareciendo en los trágicos sucesos que pocos años después tuvieron lugar.
En el apartado económico, la Exposición Mariana Diocesana, tuvo unos ingresos por valor de 27.638 pts., sumando unos gastos de 36.160,16 pts., teniendo un déficit de 8.522,16 pts.
Esta Exposición Mariana, sería precursora de la que sesenta y tres años más tarde volvería a tener el mismo escenario, con el nombre de “Esplendores de Sevilla”, con motivo de la Exposición Universal de Sevilla de 1992.
NOTA
[1]. Crónica Oficial del Congreso Mariano Hispano-Americano de Sevilla 1929. (1930) Madrid. Imprenta Sáez Hermanos.
[2] . Distintos artículos aparecidos en El Correo de Andalucía, de Sevilla, desde la inauguración hasta su clausura.
[3] . Muñoz San Román, J. Un maravilloso museo de arte religioso. La Exposición Mariana en el templo del Salvador, de Sevilla. En La Esfera de Madrid. 3 de agosto de 1929. Y del mismo autor La magnífica Exposición Mariana de Sevilla. En ABC de Sevilla. Número especial dominical del 3 de noviembre de 1929.
[4] . Catálogo-Guía de la Exposición Mariana instalada en el templo del Divino Salvador. Sevilla. 1929. Tipografía Gómez Hermanos. Fondos digitalizados universidad de Sevilla.
[5] . La Exposición Mariana. En El Defensor de Córdoba, de Córdoba. 25 de mayo de 1929, p.1.
[6] . Uno de los actos solemnes en el Congreso Mariano. En El Noticiero Sevillano de Sevilla. 25 de abril de 1929, p.8.
[7] . Las vírgenes de nuestras cofradías en el Congreso Mariano. En El Noticiero Sevillano de Sevilla. 27 de abril de 1929, p.1.
[8] . La Exposición Mariana. En El Defensor de Córdoba, de Córdoba. 25 de mayo de 1929, p.1.
[9] . Para la relación de obras expuestas se han utilizado el Catálogo-Guía de la Exposición Mariana instalada en el templo del Divino Salvador, y el artículo de Muñoz San Román publicado en La Esfera de Madrid. 3 de agosto de 1929.
[10] . Muñoz San Román, J. Un maravilloso museo de arte religioso. La Exposición Mariana en el templo del Salvador, de Sevilla. En La Esfera de Madrid. 3 de agosto de 1929.
[11] . Para ello fue necesario trasladar al Señor de Pasión a la cercana Iglesia de San Juan de Dios, y al Cristo del Amor, a la iglesia de San Isidoro. http://cuestiondecofradias.blogspot.com/search/label/H-%20Exposici%C3%B3n%20Mariana. Consultado el 6 de julio de 2021.
[12] . Paradas E. Los críticos de arte en la Exposición Mariana. En El Correo de Andalucía de Sevilla, 9 de julio de 1929, p.1.
[13] . Exposición Mariana. Reapertura. En El Correo de Andalucía de Sevilla, 24 de septiembre de 1929, p.1.
[14] . Exposición Mariana. Clausura. En El Correo de Andalucía de Sevilla, 28 de noviembre de 1929, p.1.
[15] . Muñoz San Román, J. La magnífica Exposición Mariana de Sevilla. En ABC de Sevilla. Número especial dominical del 3 de noviembre de 1929
[16]. La Exposición Mariana. En El Defensor de Córdoba, de Córdoba. 25 de mayo de 1929, p.1.
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La fotografía de la Virgen de las Aguas fue hecha por los fotógrafos de la antigua Casa de Fotos de Diaz y Murga de la C/Levíes nº 11- La fotografía de la serie de Dolorosas (Virgen de la Antigua, San Roque Capuchinos etc) es una fotografía estereoscópica cuyo autor es D. Isidro Comas i Sans 1880-1961, mi abuelo, y cuyo original en placa de cristal obra en mi propiedad, y ambas han sido tomadas de mi perfil de instagram @sevillaestereoscopica. Le agradecería que nombrara a los autores. Gracias. Isidro Manuel Comas Ojeda.
ResponderEliminarMuchísimas gracias por la información sobre la autoría de las fotografías que comenta, y que ya ha sido actualizado el pie de las fotos. No obstante me gustaría informarle que desconocía que las tuviera en su perfil de instagram, ya que no soy usuario de esa red social. La de la Virgen de las Aguas, es una de las imagen que ilustran el Catálogo-Guía de la Exposición Mariana que se editó, de donde está tomada, y que ahora publico la página completa, y sobre la otra, la encontré en una web de fotografías antiguas de Sevilla, donde no se indicaba la procedencia.
ResponderEliminarEspero que con ello quede establecida la autoría de estas imágenes. Para cualquier aclaración puede ponerse en contacto con mi correo electrónico jujoca1340@gmail.com
Con el deseo de que tenga unas feliz Navidad y un próspero Año Nuevo, reciba un cordial saludo.
Juan José Cabrero.