- Pabellón de Valencia



Fachada posterior del Pabellón de Valencia. (Postal de la época)
           
La región levantina formada por las provincias de Castellón, Valencia y Alicante, estuvieron representadas mediante dos pabellones provisionales en la Exposición Iberoamericana, uno de carácter industrial y comercial, denominado Pabellón Comercial de la Producción Regional Valenciana, ubicado en la avenida de la Raza, y que se trata en el apartado de los pabellones comerciales; y otro Regional que se llegó a denominar “Arquería valenciana”, para mostrar las costumbres y aspectos más característicos de dicha región, situado en la Plaza de los Conquistadores del Sector Sur.

Los primeros contactos entre autoridades de aquella región y la Comisión Permanente de la Exposición, tuvieron lugar en el mes de octubre de 1925 cuando, mediante un comunicado oficial del Gobernador Civil de Valencia, informaba del nombramiento de un Comité constituido en aquella capital, del que una comisión, formada por el Alcalde de la capital del Turia y un Diputado provincial, visitarían Sevilla para conocer e informarse más de cerca sobre la muestra iberoamericana,[1] así como las normas que debían de ajustarse este Comité valenciano para su funcionamiento.[2]

Pero no es hasta la segunda mitad de 1928 cuando, el Comité regional encargado de la organización de los pabellones representativos, empieza a desarrollar su actividad encaminada a la concurrencia de los diferentes sectores productivos de la región en la muestra.[3]

Para el Palacio de la Producción Valenciana, de carácter comercial, asumió su organización las Cámaras de Comercio y las Diputaciones de las tres provincias, mientras que el llamado Regional o “Arquería valenciana”, estuvo bajo la responsabilidad de los Ayuntamiento, Gobiernos Civiles y Diputaciones provinciales respectivos. El Diputado provincial por Valencia Juan Bautista Robert, fue el designado como Presidente de la Comisión Ejecutiva y encargado de todo lo relacionado con el Pabellón Regional,[4] nombrándose una delegación valenciana en Sevilla, compuesta por personalidades nacidas en aquella región con residencia en la capital andaluza, presidida por Javier Aguilar Castilló.[5]

El 13 de julio de dicho año, en la sesión celebrada por la Comisión Permanente, se dio a conocer la petición formulada por el Gobernador Civil de Valencia, solicitando la cesión de 1.400 m2 para la construcción del Pabellón Regional y 7.000 m2 para el de la Producción, siendo aprobada la cesión de terreno para el Regional, quedando para su estudio por la Dirección de Obras y Proyectos, el de la Producción Valenciana a fin de procurar su acoplamiento entre otras peticiones que había de grandes edificios de industrias españolas.[6]
Plaza de los Conquistadores con indicación de la parcela solicitada para la construcción del Pabellón Regional Valenciano, y segregación que se hizo de esta parcela para instalar el Pabellón de Almería. (Archivo Municipal de Sevilla)

La parcela solicitada de 70 X 20, tenía una superficie de 1.400 m2, sin embargo, poco después, fue solicitado por el arquitecto de la Exposición, Vicente Traver, la reducción de dicha parcela en 20 m, a fin de conceder un espacio contiguo de 20 x 20 m. para la construcción del pabellón de Almería, por lo que la superficie total concedida para la representación valenciana fue de 1.000 m2.[7]

Situación del pabellón valenciano en la Plaza de los Conquistadores, junto al del Reino de Murcia, en el ángulo superior izquierdo, y tras los de Galicia y Navarra, en primer plano. (Fototeca Municipal de Sevilla. Archivo Sánchez del Pando)

A primeros del mes de octubre, fue elegido, por la Comisión Regional, entre los proyectos presentado para la construcción del pabellón regional el presentado por los arquitectos Emilio Artal Fos y José Luis Testor Gómez,[8] que se presupuestó en 100.000 pesetas y tenía una superficie de 450 m2 construidos.[9] Se completaba este con decoración cerámica por parte de José Mateu y del escultor Vicente Beltrán, que no estaban incluidas en el importe presupuestado, ya que quedarían en poder de estos artistas cuando se desmontara el pabellón.[10]

Además del proyecto elegido, los arquitectos valencianos Javier Goerlich y Cayetano Borso di Carminati, también presentaron en junio dos proyectos, uno para el pabellón de la Producción, que fue el elegido, y otro para el Regional, que fue rechazado por sobrepasar el presupuesto inicialmente previsto.[11]
Proyecto para Pabellón Regional Valenciano, realizado por los arquitectos Goerlich y Borso, que fue rechazado por superar el presupuesto. (Fundación Goerlich)

En el mes de diciembre, la Comisión Regional reunida en la Diputación de Valencia, aprobaron definitivamente los proyectos tanto del Palacio de la Producción Valenciana como el Regional, quedando ultimada la contratación de las obras y la aceptación de los terrenos donde se construirían ambas edificaciones. También fue presentado y aprobado el proyecto de los jardineros valencianos, de hacer una instalación para flores, ramos, centros, canastillas y tapices hechos todos con flor, y el nombramiento de un subcomité valenciano en Sevilla.[12]

Ya en enero de 1929, una delegación valenciana viajó a Sevilla para tomar posesión de la parcela asignada de 570 m2,[13] para el Pabellón Regional, situada como ya se ha indicado, en el Sector Sur en la zona de la Plaza de los Conquistadores, entre las Avenidas de Venezuela y Panamá, y junto a los pabellones del Reino de Murcia (Murcia y Albacete) y el andaluz de Almería, en los terrenos que actualmente ocupa la Facultad de Farmacia del Campus Universitario Reina Mercedes, colocándose la primera piedra el 16 de dicho mes,[14] comenzando las obras diez días más tarde el 26.[15]
La Comisión valenciana en Sevilla. (El Noticiero Sevillano, 21/02/1929)

El edificio de arquitectura rural, representaba una alquería del siglo XVIII, en los jardines se pensaba montar kioscos que ofrecieran a los visitantes horchatas, helados y turrones, además de instalar en la planta alta, un restaurante donde se ofrecían los platos típicos de la cocina regional a cargo de la Asociación de Arroceros.

Para su construcción se contrató a la empresa de los Srs. Porta y Navarro, que al parecer tuvieron algunos problemas para el cobro de las certificaciones, pues en mayo de 1929, requirieron al Gobernador Civil y a la Comisión Ejecutiva de Valencia, le abonaran parte de las cantidades pendientes de pago, para poder proseguir con las obras.[16] La recepción provisional del edificio tuvo lugar a mediados de agosto, por miembros de la delegación valenciana residente en Sevilla, quedando pendientes las obras de jardinería.[17] No produciéndose la recepción definitiva tanto del pabellón regional como el de la Producción, hasta el 1 de abril de 1930.[18]

El concepto de alquería es cambiante en el tiempo y con ello su arquitectura. En su origen islámico designa a un lugar poblado, un conjunto de edificios entorno a una casa principal, que incluye construcciones de apoyo a la actividad agraria, (casas de colonos, corrales, etc) estructura que dio origen a muchos de los actuales pueblos y lugares poblados en torno a la ciudad. Ese origen señorial se conserva en el tiempo, pero su concepto, en época renacentista y barroca, pasa a designar un palacio rural aislado formado por una casa importante, generalmente con torre, más unas casas de caseros y de apoyo a la labor agraria. En época moderna, con la inclusión de la burguesía en la estructura económica del campo, la alquería designa a una gran casa rural que simultanea su labor agraria y el descanso de sus propietarios. La estructura minifundista que se implanta en la huerta desde mediados del siglo XIX, vuelve a transformar el concepto y por alquería se entiende a cualquier casa aislada de labor.


La Alquería Falcó y el pabellón valenciano (fachada posterior), tiene cierto parecido. (Sevilla y la Exposición. Álbum Artístico)

Los autores del proyecto, parecen haberse inspirado, por su semejanza, en la alquería de Falcó (Siglo XVII), que es el ejemplo por excelencia del clasicismo en la arquitectura rural que encontramos en el término de Valencia. Su volumen potente, sus grandes masas, la manera de construir los distintos cuerpos y de disponer su fábrica, en la construcción de la cubierta, la torreta y la elegantísima puerta.[19]

Esto dio como resultado que el pabellón se articulara, en un edificio formado por una estructura cúbica de planta rectangular de tres alturas, aunque ignoramos si la última era simulaba, con cubierta a cuatro aguas de teja árabe, a la que se había añadido en uno de sus ángulos, una pequeña construcción, reminiscencia de una torre. Los muros lisos sin ornamentación, solo eran interrumpidos por una composición tradicional de huecos rectangulares decrecientes en su tamaño a mayor altura; centrado en las fachadas mayores las puestas de acceso. Estos accesos estaban configurados por arcos de medio punto, cuyas dovelas simulaban ser pétreas.

Anexada a esta construcción principal, en uno de sus lados, se había levantado una pequeña edificación, a modo de capilla, terminada en un pequeño ábside. Del lado opuesto a este anexo, se erigió una portada a modo de cerramiento abierto, que constaba de una puerta central y una ventana a cada lado, de arcos de medio punto.
Pequeña edificación anexa al pabellón. (Postal de la época)

El espacio situado en la fachada posterior del edificio, que quedaba delimitado por el mencionado cerramiento, el pabellón y la pequeña construcción anexa, conformó la zona ajardina de éste, donde también se dispuso una pérgola adosada al muro.

Al no contar con el proyecto ni con la memoria descriptiva de la obra, hemos de suponer que al igual que el resto de edificios provisionales levantados para el Certamen, la cimentación se realizaría mediante zanjas corridas, con muros de carga de ladrillo macizo. Los forjados pudieron ser de vigas de hormigón ó acero y entrevigado a base de tablero de rasilla.
Plano de planta del Pabellón Regional Valenciano y la zona ajardinada. (Recreación del autor)

Así mismo, esta falta de documentación, nos impide saber con exactitud la distribución interior del edificio, y los contenidos del mismo. Para tal fin hemos tenido que recurrir, a los reportajes periodísticos aparecidos con motivo de su inauguración, para hacernos una somera idea de cómo era este pabellón tanto interior como exteriormente. [20]

En el exterior del pabellón, se utilizó el más genuino carácter regional, con puertas de medio punto y grandes rejas típicas de estas edificaciones del siglo XVII. En uno de los ángulos de la fachada posterior se podía admirar un retablo cerámico de San Miguel de Liria del ceramista José Mateu Cervera, y los tres escudos de las provincias levantinas en los ángulos de las esquinas.

También se podían ver y una bella escultura titulada “El Saque” de Ignacio Pinazo Martínez, que representa un huertano en el momento de dar principio a este juego generalizado en la región, y por la cual obtuvo el autor segunda medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1915. En la actualidad el original se encuentra en el Palau de Batlia sede del Palacio de la Generalitat Valenciana.

Escultura de “El Saque”, de Ignacio Pinazo (Ilustración de la revista La Ilustración Artística 03/05/1915)

Imagen del exterior del pabellón, donde se aprecia la colocación de la escultura de “El Saque” (Arxiu Mas. Fundació Institut Amatller d'Art Hispànic)

 En el interior del pabellón, la sala central de la vivienda, desarrollaba la vida cotidiana con los enseres de labranza, jarros y platos de Onda y Manises, así mismo también se podía admirar un cuadro cerámico de José Mateu con la leyenda de Santa Justa y Rufina Patronas de Sevilla y Manises.

De aquí partía una escalera que daba acceso al piso superior, los frontispicios de los escalones estaban decorados con azulejos costumbristas de las principales poblaciones de la región.

Vestíbulo del pabellón y arranque de la escalera. (Arxiu Mas. Fundació Institut Amatller d'Art Hispànic)

En las salas laterales de la planta baja, se ubicaban los dormitorios con mobiliario de la época y una cocina de invierno con su chimenea de gran campana. En el exterior el local anexo con aspecto de capilla, estaba decorado con panneux representativo de las fiestas típicas y gran muestra de objetos cerámicos.

En la vivienda regional, el piso alto se dedicaba a granero, que en este caso fue sustituido por la sala de honor, donde se situaba una estatua en madera del escultor Vicente Beltrán Grimal, titulada “Flores y frutos”. El salón servía también para la proyección de películas, como la realizada por Thous sobre agricultura, industria y turismo de la región, o la dirigida por el ingeniero agrónomo Pascual Carrión, sobre la forma y métodos de cultivo de las palmeras de Elche.[21] Para esta planta, se proyectó la instalación de un restaurante,[22] aunque ignoramos si se llegó a realizar.

Tuvo gran relevancia la serie de paneles cerámicos pintados por el ceramista José Mateu Cervera. [23] Se componía de once retablos realizados por este artista valenciano expresamente para decorar el pabellón levantino, en los que se representaban distintas escenas costumbristas y alegorías de las principales ciudades de la región, entre ellas podemos destacar “Huerta valenciana”, “Día del Corpus en Valencia”, “Pueblo castellonense”, “Castellón”, “Alicante”, “Valencia”, “La Mona”, etc.; además de los de San Migue de Lira y las Santas Justa y Rufina, casi todos en la actualidad se pueden ver en la Casa-Museo de Benlliure en Valencia.[24]

Paneles cerámicos realizados por José Mateu, titulados Huerta Valenciana y Pueblo castellonense, que se encuentran en los jardines de la Casa-Museo de Benlliure en Valencia. (Archivo del autor)


Panel representativo de Alicante, y escenas costumbristas de diferentes poblaciones realizados por Mateu para los frontispicios de los escalones del pabellón valenciano, actualmente en los jardines de la Casa-Museo de Benlliure en Valencia (Archivo del autor)

La zona ajardinada del pabellón en la fachada posterior y lateral derecha, estuvo a cargo del perito horticultor Fernando Llopis, que realizó un proyecto de jardinería expresamente para este lugar.[25] La fachada posterior se fijó como lugar de esparcimiento, proyectándose instalar unos kioscos de horchatas, helados y turrones, para ser ofrecidos a las personas que visitaran el pabellón.[26]

Vista de la fachada posterior, donde se proyectó instalar kioscos de horchata y turrones. (Imágenes del catálogo oficial “Exposición Ibero-Americana de Sevilla 1929-1930”.

El escultor Vicente Beltrán junto al ceramista José Mateu, fueron los encargados de la decoración del pabellón,[27] y a pesar del retraso en la terminación del edificio, en el mes de septiembre de 1929, aún se estaban ultimando los detalles para el envío y colocación de los muebles y objetos a exponer en pabellón, cuya instalación corrió a cargo del escultor valenciano, residente en Sevilla Francisco Marco Díaz Pintado. Estando prevista su inauguración durante los días que los reyes estarían de visita en el mes de octubre en Sevilla.[28] Al final tampoco esa fecha pudo ser y el pabellón fue inaugurado por el rey Alfonso XIII el 2 de noviembre de 1929, sin estar completada aún sus instalaciones, debido según la prensa, al esfuerzo realizado por la región para estar presente en las dos Exposiciones.[29]
El Rey Alfonso XIII acompañado de la reina y los infantes, a su llegada al Pabellón Regional Valenciano. (Ilustración Alfonso XIII y la Exposición Iberoamericana de Sevilla)

La inauguración no estuvo exenta de polémica pues, días antes en el Teatro Principal de Valencia, se produjo un incidente cuando se representaba la obra de los hermanos Álvarez Quintero, “El Duende de Sevilla” siendo interrumpida en varias ocasiones, y retirada del cartel al día siguiente, por orden del Gobernador Civil, «para evitar altercado del orden público».[30] Ya en el mes de febrero, el Alcalde de Valencia, tuvo que suprimir varios proyectos de fallas, “por aludir de modo poco prudente a esa fea y ridícula rivalidad que gente inculta y desconocedora de la realidad atribuye a Sevilla y Valencia”.[31]

La censura existente tamizó las críticas, y desde los diarios sevillanos se abogó a la fraternidad entre ambas ciudades,[32] convocando especialmente a los sevillanos el Comisario Cruz Conde, a asistir a la inauguración del Pabellón Regional,[33] siendo muy significativa las ausencias de las autoridades de la región a dicho acto, excusando su asistencia, los Gobernadores Civiles, Alcaldes y Presidentes de las Diputaciones de las tres provincias, delegando su representación en los Comités, nombrado una comisión de dos diputados y un concejal por cada una de las ciudades,[34] así como la falta de información incluida en el Libro de Oro Ibero-Americano, al referirse a Valencia.[35]

No obstante, la Junta Superior de Recompensas de la Exposición, concedió el Gran Premio de Honor, la máxima distinción con que se podría premiar, a las dos representaciones valencianas y sus arquitectos.[36]

Vista aérea del pabellón desde la fachada lateral derecha, junto a la cual se encontraba el Pabellón de Almería. (Fototeca Municipal de Sevilla, Archivo Sánchez del Pando).

Un mes antes de la clausura de la Exposición, se insertó en periódicos locales una esquela anunciando la venta de todos los muebles y enseres tanto del pabellón regional como del industrial.[37]

En el informe redactado por la Oficina Técnica de la Exposición, días antes cerrar sus puertas el certamen, se incluían los pabellones de Málaga, Cádiz, Huelva, Granada, Córdoba, Navarra, Castilla la Nueva, Vascongadas, Cataluña y Murcia, los cuales a pesar de haber sido construidos con carácter provisional, por su forma de construcción podían quedar como permanente,[38] no aparece el valenciano que, además como los otros, se agravaba su permanencia al estar construido en terrenos de los hermanos Camino, que habían sido arrendados por el Ayuntamiento para el Certamen, por lo que una vez cerrado éste, debían ser devueltos a sus propietarios.

A diferencia de la mayor parte de los pabellones regionales, el edificio no fue donado a la ciudad de Sevilla, para el destino que considerara más oportuno, cuando se clausuró la muestra, sino que, el 26 de enero de 1931, se elevó escritura pública ante notario de Valencia, por Bernardo Prieto, como representante del Comité valenciano, cediendo la propiedad del pabellón regional a Pascual Ferrando Hernández,[39] que participaba en los concursos públicos para el derribo de distintos edificios,[40] calculándose en unas 5.000 pts. el importe abonado por la venta del pabellón.[41]

En el mes de julio de ese años, el Comité valenciano donó a la Asociación Valenciana de Caridad, 3.510 pts., superávit del presupuesto con que contó en pabellón para su funcionamiento, así como la película “Valencia, espíritu y acción” realizada por Thous, para que fuera explotada y sus beneficios entregados a la referida Asociación de caridad.[42]

Detalle de la fachada posterior. .(Arxiu Mas. Fundació Institut Amatller d'Art Hispànic)

En el mes de abril de 1931, y ante la urgencia de devolver los terrenos del Sector Sur a sus legítimos propietarios, la Comisión Liquidadora instó a las Diputaciones y particulares, propietarios de los pabellones ubicados en aquel sector, para que informaran cuando realizarían la demolición de los mismos.[43]

Sin embargo, en las imágenes aéreas del archivo fotográfico del Ejército del Aire que se encuentran en el Centro Nacional de Información Geográfica aparece, al menos hasta el año 1956, el edificio del Pabellón de Valencia en pie con la misma distribución sin aparente modificación exterior, y no es hasta 1977, cuando ya solo se aprecia el solar sin ninguna construcción.[44]

Vista cenital de la zona de la Plaza de los Conquistadores, donde actualmente se encuentra el Colegio Mayor Hernando Colón, y la actual Avd. Reina Mercedes en Sector Sur, con indicación de la situación del Pabellón de Valencia, junto a la calle Profesor García González, tomada en 1956 (Imagen del Centro Nacional de Información Geográfica, procedente del Ministerio de Defensa-Ejército del Aire)

El compositor Joaquín Turina junto a su familia, en la visita que realizó al Pabellón de Valencia. (Archivo Fotográfico Fundación Juan March)

NOTAS
[1] . Archivo Municipal de Sevilla. Sección XVIII. Exposición Iberoamericana. Libro de actas de la Comisión Permanente núm. 2. Sesión del 19 de octubre de 1925.
[2] . A.M.S. Secc. XVIII. E.I.A. Libro de actas de la Comisión Permanente núm. 2. Sesión del 05 de marzo de 1926.
[3] . La agricultura de Valencia y la Exposición Ibero-Americana. En El Correo de Andalucía, de Sevilla. 20 de octubre de 1928, p.1.
[4] . Concurrencia de la región valenciana en el Certamen Ibero-Americana. En El Liberal, de Sevilla. 20 de febrero de 1929, p. 2.
“Componen esta comisión los señores Coronel don Manuel Lillo, Alcalde de Castellón; don José Lamaigere, presidente de la Cámara de Comercio de Alicante; y los diputados provinciales de Valencia don José Grollo y don Juan Bautista Robert, presidente este último de la Comisión ejecutiva en la capital del Turia de la concurrencia de la región valenciana en la Exposición de Sevilla”.
[5] . Exposición I-Americana. En El Correo de Andalucía, de Sevilla. 04 de mayo de 1929, p.1.
El resto de componentes de la delegación eran: “Ángel Martínez Tarín, secretario; señorita María Ramón, don Vicente Traver Tomas, don José Merle Carbonell, don José Belver y don Urbano Planes, vocales. Igualmente, para los servicios del pabellón comercial se ha designado a don Francisco Marco, para delegado artístico y a don Adolfo Miró para el de delegado comercial”.
A.M.S. Secc. XVIII. E.I.A. Libro de actas de la Comisión Permanente núm. 6. Sesión del 03 de mayo de 1929.
[6] . A.M.S. Secc. XVIII. E.I.A. Expediente Pabellón de la Producción Valenciana. Rollo 712, Fotogramas del 541 al 572.
Libro de la Comisión Permanente núm. 4. Sesión del 13 de julio de 1928.
[7] . Telegramas sin fechas de Vicente Traver a Emilio Artal, y su contestación aceptando la reducción de la parcela. A.M.S. Secc. XVIII. E.I.A. Expediente Pabellón de la Producción Valenciana. Rollo 712, Fotogramas del 541 al 572.
[8] . El Comité Valenciano de la Exposición Ibero-americana. En Las Provincias, de Valencia. 03 de octubre de 1928, p.3.
[9] . Mora Arenas, V. El Avance de la provincia de Sevilla desde el 13 de septiembre de 1923. Sevilla (1930) Editor Gómez Hnos, p. 160.
En la Guía Oficial de la Exposición Ibero Americana, p. 73, aparece un coste de 600.000 pts.
[10] . Nuestros pabellones en la Exposición Ibero-Americana. En Las Provincias, de Valencia. 13 de marzo de 1929, p. 3.
[11] . Información procedente de la Fundación Goerlich. 22/02/2017
https://www.facebook.com/FundacionGoerlich/photos/ms.c.eJw9zcENADEIA8GOTgabAP03FkVc8h15ZaOBAKsRKfhnA5UHGHzQzsaq~_MHkZ~_FddyFFurBeIh~_4CRjz8iAnITcfKRrI.bps.a.1310300345724073.1073742382.112366718850781/1310300892390685/?type=3
[12] . Valencia en la Exposición de Sevilla. En La Vanguardia, de Barcelona. 14 de diciembre de 1928, p. 22.
[13] . Lemus López, E. La Exposición Ibero-Americana a través de la prensa (1923-1929). Sevilla (1987) edita E.M. Mercasevilla, p. 230.
[14] . Los valencianos en la Exposición Ibero-Americana. Marcha de comisionados. En El Noticiero Sevillano, de Sevilla. 12 de enero de 1929, p. 4.
[15] . Diputación Provincial. En La Correspondencia de Valencia, de Valencia, 29 de enero de 1929, p. 2.
[16] . El pabellón valenciano. En ABC, de Madrid. 07 de mayo de 1929, p. 35.
[17] . Valencia y la Exposición de Sevilla. En El Pueblo, de Valencia. 11 de agosto de 1929, p. 2.
[18] . Nombrándose como representante del Comité valenciano para la recepción definitiva a Bernardo Prieto. Valencia y la Exposición de Sevilla. En La Correspondencia de Valencia, de Valencia. 01 de abril de 1930, p. 1.
Otras noticias. En La Vanguardia, de Barcelona. 02 de abril de 1930, p. 20.
[19] . Texto extraído de la "Guía de Arquitectura de Valencia" Colegio Territorial de Arquitectos de Valencia 2010
[20] . En el Pabellón de Valencia. En El Noticiero Sevillano, de Sevilla. 03 de noviembre de 1929, p. 8.
En el pabellón de Valencia. En El Correo de Andalucía, de Sevilla. 03 de noviembre de 1929, p. 1.
En el pabellón de Valencia. En ABC, de Sevilla. 03 de noviembre de 1929, p. 19.
Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias “González Martí”
Ignacio Pinazo Martínez (1883-1970) se formó muy joven en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos de Valencia. En 1900, marchó a Madrid para formarse como escultor en el taller de Mariano Benlliure. En 1904 recibió de la Diputación de Valencia una beca para estudiar en Roma. Fue profesor de dibujo en la Escuela Normal de Albacete, labor que compaginaba con la escultura. Recibió la medalla de oro del certamen nacional de Bellas Artes por su obra El enigma (1948). Fue nombrado académico en la Academia de San Carlos de Valencia en 1969.
[21] . Noticias de la Exposición Ibero-Americana. En El Correo de Andalucía, de Sevilla. 23 de enero de 1929, p. 1.
[22] . Los pabellones regionales. En El Noticiero Sevillano, de Sevilla. 06 de agosto de 1929, p. 5.
[23] . Coll Conesa, J. La cerámica Valenciana. Apuntes para una síntesis. Ribarroja de Túria (2009), p. 283.
José Mateu Cervera (1892-1977) se dedicó a la ilustración gráfica y trabajó en La Azulejera Valenciana de Meliana. Poseía un taller en la calle Arquitecto Alfaro del Cabanyal, y fue propietario de la conocida galería de exposiciones Sala Mateu hasta los años setenta. Su obra pictórica sobre azulejo desarrolla una temática narrativa costumbrista inspirada en la azulejería del siglo XVIII de aire deliberadamente ingenuista y por ello entroncada con el Noucentisme catalán. En Paris presentó las obras tituladas “Dans le pays des Orangers", "Femme moderne", "Fête Dieu â Valence” y “Le retour” (Pérez Camps, 2000: 37).
[24] . Guillot Ortiz, D. Escudero Ruiz, L. Jardines Históricos. Elementos vegetales en la Casa-Museo Benlliure de la ciudad de Valencia. Fundación Oroibérico. En Revista BOUTELOUA 5:36-60 VI-2008) ISSN 1988-4257.
[25] . Valencia en Sevilla. En Las Provincias, de Valencia. 18 de septiembre de 1929, p. 1.
[26] . Noticias. En La Correspondencia de Valencia, de Valencia. 31 de agosto de 1929, p. 2.
[27] . En el pabellón de Valencia. En ABC, de Sevilla. 03 de noviembre de 1929, p. 19.
[28] . Exposición Ibero-Americana de Sevilla. En Las Provincias, de Valencia. 21 de septiembre de 1929, p. 3.
[29] . Inauguración del pabellón valenciano en la Exposición de Sevilla. En La Correspondencia de Valencia, de Valencia. 04 de noviembre de 1929, p. 1.
[30] . El estreno de Los duendes de Sevilla. En El Pueblo, de Valencia. 24 de octubre de 1929, p. 7.
[31] . En Valencia suprimen unas fallas que aludían feamente a Sevilla. En El Correo de Andalucía, de Sevilla. 21 de febrero de 1929, p. 2.
[32] . Real Balbuena, F. Actitudes sensibles. En El Noticiero Sevillano, de Sevilla. 27 de octubre de 1929, p. 1.
[33] . A.M.S. Secc. XVIII. E.I.A. Libro de actas de la Comisión Permanente núm. 7. Sesión del 30 de octubre de 1929.
Para la inauguración del Pabellón de Valencia. En El Correo de Andalucía, de Sevilla. 31 de octubre de 1929, p. 5.
[34] . Valencia en la Exposición de Sevilla. En La Correspondencia de Valencia, de Valencia. 29 de octubre de 1929, p. 2.
En el pabellón de Valencia. En. El Liberal, de Sevilla. 03 de noviembre de 1929, p. 8.
[35] . «A pesar de nuestras reiteradas gestiones, no ha sido posible obtener de las Corporaciones oficiales de Valencia otro trabajo que el que publicamos de la Cámara de Comercio.» Libro de Oro Ibero-Americano. Catálogo Oficial y Monumental de la Exposición de Sevilla. (1930) Editado por Unión Ibero-Americana (Santander), p. 734.
[36] . El Gran Premio de Honor. En La Correspondencia de Valenciana, de Valencia. 30 de mayo de 1930, p.5.
[37] . Esquela. En El Noticiero Sevillano, de Sevilla. 25 de mayo de 1930. P. 5.
[38] . A.M.S. Secc. XVIII. E.I.A. Exp. Documentos Varios. Caja 100. Rollo 720 fotogramas del 490 a 506
[39] . A.M.S. Secc. XVIII. E.I.A. Libro de actas de la Comisión Liquidadora núm. 1. Sesión del 14 de febrero de 1931.
[40] . Pascual Ferrando participó en varios concursos para el derribo de pabellones, como la Casa del Campo de Polo, Almería y Asociación General de Ganaderos. En diferentes actas de la Comisión Liquidadora.
[41] . En Heraldo de Castellón, de Castellón. 15 de noviembre de 1930, p. 2.
[42] . Noticias. En El Pueblo, de Valencia. 30 de julio de 1931, p. 4.
[43] . A.M.S. Secc. XVIII. E.I.A. Libro de actas de la Comisión Liquidadora núm. 1. Sesión de 30 de abril de 1931.
[44] . Fototeca del Centro Nacional de Información Geográfica, procedente del Ministerio de Defensa-Ejército del Aire.

 

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