- Pabellón de Guatemala
Publicado por jujoca1340@gmail.com -
Juan José Cabrero Nieves
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| Vista del pabellón de Guatemala. (Postal de la época) |
Con la llegada de Cruz Conde, a la Comisaría de la Exposición Iberoamericana, en el mes de diciembre de 1925, se pretendió dar el impulso definitivo para su culminación; por tal motivo, nuevamente se iniciaron los contactos a nivel diplomático, invitando a los países iberoamericanos que aún no habían concretado su participación,[1] autorizando a Juan Iglesias Sáenz y J. Orio de Borafull, de Guatemala, para que, por su cuenta y bajo su responsabilidad, realizaran una película propagandística del certamen y dieran un ciclo de conferencias en dicho país y otras repúblicas americanas,[2] activándose la propaganda con la inserción de artículos en los diarios “El Diario de Guatemala” y “Excélsior”.[3]
El 2 de noviembre de 1926, el Ministro de España para los Estados Centro Americanos contesta al Gobierno Español en los siguientes términos, “Guatemala participará en la forma más modesta y menos onerosa”,[4] más tarde también informa que Panamá y El Salvador estarían presentes, pero concurriendo dentro de las Galerías Americana, respecto a Honduras y Nicaragua, inmersas en conflictos revolucionarios y guerra civil, disculpan su asistencia, al igual que Costa Rica, en este caso por carecer de fondos; por lo que cabe deducir que la presencia Centro Americana en la Exposición era incierta, ya que además de las razones, expuestas la citadas repúblicas tenían una situación económica poco propicia dado su falta de recursos.[5]
Pero ciñéndonos a la concurrencia guatemalteca, el 27 de julio de 1927, el Ministro de Estado traslada comunicación a la Comisión informando de la aceptación de la invitación para concurrir en el certamen, designado el Presidencia de la República a Manuel Herrera y Herrera, Cónsul en Sevilla, como delegado de la representación de Guatemala.[6] Y en el mes de marzo del año siguiente, ya se estaban enviado algunos objetos a la Legación española para su envío a la Exposición,[7] y a final de año son nombrados delegados Juan Irigoyen e Ignacio G. Saravia.[8]
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| Vista del pabellón desde la Paseo de las Delicias durante la Exposición. |
A comienzos de 1929, el gobierno del citado país da su conformidad al ofrecimiento hecho por el Comité del Certamen, de una parcela de 150 m2 en las Galerías Americanas, de forma gratuita, aunque al parecer, existen informe internos en el que se solicitaba un alquiler de ésta por 13.500 pts. Dicho “stand” se situaría entre los ocupados por Ecuador y Panamá. [9]
En el mes de febrero de 1929, el Ministro de Fomento, consigue una asignación de 30.000 dólares para la participación de Guatemala en el Certamen sevillano, inmediatamente comunica este hecho vía telegráfica el 1 de marzo, mostrando su interés en participar con un pabellón permanente.[10] El Director José Cruz Conde, comunica el 25 de dicho mes, al Ministro Plenipotenciario de Guatemala en España, José Mato, su alegría y le informa que la Dirección Técnica del Comité había elaborado un estudio, en mayo de 1926, sobre los costes aproximados de construcción, dependiendo si era de carácter provisional o permanente, siendo en este último caso de entre 900 a 1.200 pts./m2., excluyendo los gastos por los conceptos de decoración y amueblamiento, entre otros, asignándole una parcela en el paseo de las Delicias, junto al pabellón de los Estados Unidos de Venezuela.[11]
A un mes de la inauguración de la Exposición, en la sesión de la Permanente del 9 de abril, se lee la trascripción de un telegrama del Ministro español en Guatemala, en el que daba cuenta del acuerdo del gobierno de aquel país, de construir un pabellón, aceptando el espacio asignado, y fijando la Semana en Honor a esta República, entre el 16 y el 22 de septiembre.[12]
De esa manera, Guatemala confirma su asistencia con un pabellón permanente, construido sobre una parcela de 30 X 20 m2, que el Comité le había asignado, colindante al Pabellón de Venezuela, único de los pabellones internacionales desaparecido por su carácter provisional, en el Paseo de las Delicias, que junto a la avenida de la Reina Victoria (actual de la Palmera) constituía la llamada “Avenida de las Naciones”, vía de especial carácter donde se hallaban situados la mayoría de los pabellones internaciones, y próximo al Pabellón de la Argentina, siendo entregado el solar el 3 de agosto de 1929.
Esta dilación en adoptar una decisión definitiva se debió al parecer, a la inestable situación política interna, y a la falta de interés de los cafeteros por mostrar sus productos en el Certamen, si bien en la Exposición celebrada en San Francisco en 1915, el café de este país obtuvo el Gran Premio, lo que produjo que el Estado tuviera que afrontara solo los gastos de la concurrencia al certamen.
Con motivo de la inauguración de la Exposición, se renovó Comisión siendo nombrado representantes, Delfino Sánchez Latour, Enrique Trauman y Carlos Quesada,[13] pero manteniéndose como delegado el Cónsul en Sevilla, Manuel Herrera, realizando éste las gestiones sobre el acoplamiento del pabellón en la parcela asignada, teniéndose que trasplantar dos palmeras y suprimir una adelfa, “…siendo preciso que en el momento de la construcción, se tenga mucho cuidado con el ramaje de los árboles próximos, por tratarse de muy importantes y notables ejemplares”.[14] Más adelante se incorporó el coronel ingeniero Ismael Lavagnino, quedando formada la Comisión guatemalteca, según la prensa, sólo por Delfino Sánchez, como comisario general; el cónsul Manuel Herrera, como delegado; y el coronel Ismael Lavagnino.[15]
Duraron los trabajos de construcción del edificio, la representación guatemalteca ocupó el espacio que le había sido asignado en las Galerías Extranjeras, que compartió con la de Ecuador.[16]
El gobierno de aquella República, decidió la construcción del pabellón en vista de la resonancia lograda en aquellas latitudes, proponiéndose “no omitir gasto alguno para que su representación sea digna del propósito”, encargándole especialmente al ingeniero agrónomo español, Emilio Gómez Flores, el proyecto del pabellón, debido a que residió largo tiempo en Hispanoamérica y realizó estudios especiales sobre los monumentos pre-colombinos, durante su estancia en aquellas tierras.[17] De este mismo autor, es el primitivo proyecto del pabellón colonial de Guinea para la Exposición.
Según Villar Movellán, atribuye su autoría al ingeniero guatemalteco Ismael Lavagnino,[18] que formó parte de la Comisión de aquel país, y que, junto a Gómez Flores, fueron nombrados representantes de Guatemala en una reunión internacional de ingenieros que se celebró en Madrid.[19]
Debido a lo tardío de la fecha obligó a la Comisión Permanente la construcción por delegación del pabellón, encargándose la Dirección Técnica de la Comisión de su construcción, a través de José Granados de la Vega,[20] con un coste total de 208.000 pts. Las obras se iniciaron a finales del mes de julio, aunque el proyecto no fue aprobado hasta el 13 de septiembre,[21] finalizándose tres meses más tarde, estando terminadas antes de finales de octubre.
Se trata del edificio más sencillo de cuantos se ejecutaron como pabellón representativo de uno de los países participantes, sin pretender competir con ninguno de ellos. De geometría rectangular, de 18 X 10 m., el edificio constaba de dos plantas, una de ellas semisótano, con una superficie de 189 m2 por planta, haciendo un total de 378 m2, si bien reformar posteriores supuso la compartimentación del edificio con nuevas entreplantas. Para su construcción se utilizó el sistema tradicional, sobre muros de carga de fábrica de ladrillo, y entramado interior de vigas de hierro.
El elemento más destacable, aparte de su sencillez, es el revestimiento en su totalidad de las fachadas con azulejos en color blanco y azul (colores de la bandera de ese país) elaborado por la fábrica de cerámica trianera de Ramos Rejano.
La decoración se inspira en la cultura maya, con motivos decorativos indigenistas que simulan colosales pilastras pintadas a ambos lados de los huecos, distribuidos a lo largo de tres de sus fachadas, basados en monolitos de dicha cultura que se hallan en el país. A ambos lados de la entrada principal, fachada norte, se incorporan, mediante dos colosales figuras del mismo tamaño que la puerta, el ave quetzal, emblema de la República de Guatemala, en color verde, por la abundancia de ejemplares en el país y símbolo de la libertad de estas aves, que pierde la vida en cautiverio, y sobre el dintel el escudo nacional, en el que aparece, sobre las armas cruzadas, un quetzal que sostiene un pergamino con la palabra “Libertad” y la fecha de la independencia “15 de septiembre de 1821”. Coronando el escudo, un penacho inspirado en los emplumados de esta cultura, y en los ángulos, se sitúan motivos geométricos e indígenas. Igual composición tiene el remate de la fachada este, del Paseo de las Delicias. Situando en el centro el escudo nacional, rematado por un penacho. Es de destacar, que estos grandes penachos sobre los escudos, interrumpen la horizontalidad del edificio en sus dos fachadas principales
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| Alzado de las fachadas principal o Norte, y Sur. |
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| Alzado de las fachadas Este, que da al Paseo de las Delicias, y Oeste. |
Cuatro estelas compartimentan en tres el muro de esta zona, enfatizados por igual número de huecos de forma escalonada invertida, evocando a las pirámides, y coronados por penachos. Estos escalonados invertidos, que recortan la fábrica se repite en todas las ventanas del edificio. En la puerta de acceso principal, también toma de la arquitectura maya el falso arco, con el escalonado y los vanos ligeramente trapezoidales. La facha oeste repite la misma estructura compositiva y decorativas de la anterior, eliminando el coronamiento del escudo, y en la sur, la puerta es sustituida por dos ventanales escalonados invertidos.
En su momento este revestimiento cerámico fue criticado por algunos sectores culturales de la ciudad, refiriéndose a este edificio como “la bañera” precisamente por el recubrimiento que recordaba al alicatado de los aseos.[22]
La organización de los elementos expositivos estuvo a cargo de diferentes ministerios guatemalteco, el de Agricultura mostraba más de 80 tipos distintos de café, así como colecciones de maderas finas para la fabricación de muebles de lujo, además de cereales como los frijoles, maíz, maizena, habas, harina de plátano y avena. El Ministerio de Fomento participo con la exposición de productos elaborados como anís, miel, vinagre, aceite esencial de limón, bananos evaporizados; también se exhibían muestras de la industria textiles como el algodón, la seda vegetal, mica y diferentes tipos de fibras.[23]
También productos típicos fabricados en el país como: corte de enagua indígena, cortinas y tapete de seda, servicio de té con nueve piezas, silla de montar, estilo americano, cincho y una funda de revolver bordada en plata y oro, láminas de cera esmaltada y varias docenas de huacales labradas.[24]
En el centro del pabellón, se mostraba un mapa hipsométrico de Guatemala, y en las paredes colgaban cuadros al óleo con distintas vistas del país y material gráfico, fue la aportación por parte del Ministerio de Educación Pública a la muestra, además de la publicación del libro “Estampas guatemaltecas” de Antonio Rey Soto, especialmente editado para ser repartido durante la Exposición.
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| Estado actual de las fachadas Este y Oeste. (Archivo del autor) |
Dentro de la parcela, cuya entrada se encontraba delimitada por una verja de madera, a la derecha del pabellón, se levantó una construcción provisional realizada en madera y fibras vegetales, donde se instaló un bar típico llamado “El Racho”, que tenía unas dimensiones de 10 X 6 m., que estaba previsto tuviera 6 m. de frente y 10 de profundidad, pero que debido a la situación del arbolado existente, se erigió en sentido contrario, con 10 de frente y 6 de fondo.[25]
Durante la Exposición fueron enviados desde el país centro americano, cinco quintales de café, que se consumieron en degustaciones a los visitantes, servidos en el “Rancho”. La tostadora empleada para la producción de este café, movía y lo tostaba eléctricamente, siendo la urna y los molinos lo más avanzados del momento.[26]
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| Verja de acceso de madera y rancho típico para la degustación del café guatemalteco, situado a la derecha. (Ilustración El avance de la provincia de Sevilla desde el 13 de septiembre de 1923) |
En la mañana del 31 de octubre de 1929,[27] el pabellón fue inaugurado por SS. MM. los Reyes don Alfonso y doña Victoria Eugenia, que eran acompañados por los infantes don Jaime, doña Beatriz y doña Cristina, y miembros de su sequito. A las puertas del pabellón fueron recibidos por los infantes don Carlos y doña Luisa y sus hijos; el director de la Exposición Cruz Conde, gobernador civil, alcalde y presidente de la Diputación. Les esperaban el comisario general Delfino Sánchez Latour; el cónsul Manuel Herrera como delegado, y el coronel de ingenieros Ismael Lavagnino.
Visitaron los Reyes y sequito, la sala de exhibiciones, presidida por los retratos de don Alfonso y del Presidente de Guatemala, Lázaro Chacón, sobre las banderas de ambos países y bajo el escudo nacional guatemalteco. Vieron detenidamente los productos expuesto destacando las telas tejidas con preciosos dibujos y colores, cereales, maderas y raíces. A la salida, en el “Rancho”, le fueron servido a los ilustres visitante tazas de café de Guatemala, y un lunch.
Con el acuerdo de construir un pabellón, el gobierno guatemalteco también fijó la celebración de la Semana en Honor de Guatemala del 16 al 22 de septiembre, y como para esas fechas los trabajos para la terminación del pabellón no se habían terminado, la Comisión solicitó le fuera pospuesta para más adelante, aunque al final no llegó a celebrarse. [28]
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| S.M. el Rey Alfonso XIII a la entrada, y la Reina Victoria Eugenia a la salida del pabellón tras su visita. (Ilustración Alfonso XIII y la Exposición Iberoamericana) |
Pocos días después de la inauguración del pabellón, entre los días 2 y 4 de noviembre se produjo la violenta e inesperada erupción del volcán Santa María, en Guatemala. Se estimó que entre 2.500 y 5.000 personas murieron. Muchos habitantes murieron mientras dormían, al ser sorprendidos por los flujos piroclásticos en la madrugada, produciéndose también gran destrucción de plantaciones de café y banano, y pérdida de infraestructura en la región.
Debido a este desastre, el Comité de la Exposición organizó el 21 de noviembre, un acto de condolencia con todos los delegados americanos de la Exposición hacia aquel país, por las desgracias ocurridas con motivo de la erupción del volcán.
Previamente los delegados se habían reunido en el cercano pabellón de Venezuela, para desde allí, encabezando la comitiva el director de la Exposición, Cruz Conde, acompañado del secretario Sánchez Apellániz, y los vocales Castillo y Carvajal, se trasladaron al pabellón guatemalteco, donde fueron recibidos por el comisario Delfino Sánchez Latuor, y el cónsul, señor Herrera. Durante ese día, todas las banderas de los países americanos, y las de la Plaza de España, ondearon a media asta.[29]
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Delegaciones americanas y miembros del Comité transmitiendo sus condolencias por los desastres ocasionados debido a la erupción del volcán Santa María. (Revista Mercurio) |
Durante su estancia en la ciudad, la infanta doña Isabel, tía del Rey Alfonso XIII, visitó el pabellón el 20 de noviembre siendo recibida por el comisario y el cónsul en Sevilla, deteniéndose especialmente en el mapa de Guatemala, donde se le mostró la situación del volcán Santa María.[30] Y el día 6 de marzo de 1930, un grupo de obreros previsores visitaron el pabellón, e igualmente fueron recibidos por el comisario, que después de explicar todo lo que en el mismo se exhibía, les obsequió con una taza de exquisito café de del país, servido en el rancho anexo.[31]
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| Grupo de alumnos de un colegio de Arahal, visitando el pabellón. |
La representación guatemalteca, sólo con la exhibición del café, consiguió los siguientes premios:
33 grandes premios, 6 diplomas de honor, 14 medallas de oro, 11 de plata y 1 de bronce, además de 10 menciones honoríficas.[32]
En mes de agosto de 1931, fue regalado el edificio por parte del gobierno guatemalteco, al Ayuntamiento Hispalense, y en el mes de noviembre, la Comisión Liquidadora del certamen, recibió una solicitud de Rogelio Rodríguez Abril, para poderlo habitar a cambio de su limpieza y cuidado. No fue ésta la única solicitud recibida, pocos días después, el Colegio Oficial de Pesadores y Medidores Públicos de Sevilla, pedía su cesión para instalar en él sus oficinas. En ambos casos fueron devueltas las solicitudes ya que su propietario era el Ayuntamiento.[33]
Días antes, el 24 de octubre, se produjo en Sevilla un fortísimo temporal de agua y viento que produjo innumerables daños en edificios e instalaciones eléctricas de la ciudad, causando el desprendimiento de una cornisa del pabellón.[34]
En diferentes Cabildos Municipales del mes de agosto del siguiente año, se trató la propuesta presentada por la Comisión de Obras Públicas, para la instalación de la imprenta municipal en el pabellón, oponiéndose algunos concejales por considerar que los edificios de esa zona, excluido el pabellón de Argentina, debían ser derribado para que el público pudiera disfrutar de los jardines situados donde estaban instalados los pabellones.[35]
No debió de llegar a realizar ni el derribo del pabellón, ni el traslado de la imprenta municipal, pues en el mes de febrero de 1933, la Comisión de Régimen Interior propuso el traslado provisional de las oficinas de la Junta Municipal del Censo Electoral al pabellón guatemalteco,[36] realizándose las primeras obras para mantenimiento y seguridad en el edificio ese año,[37] permaneciendo en este lugar hasta el mes de enero de 1935, que fueron trasladadas al edifico de Administración de Rentas Municipales en la calle Montes Sierra.[38]
Pocos días después, el Alcalde Contreras, el arquitecto Municipal Talavera y el ingeniero Director de Parques y Jardines Villagrán, realizaron una visita al pabellón para ver si era posible su utilización o proceder a su demolición.[39]
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| Detalles de los dibujos ornamentales de la cerámica. (Archivo del autor) |
En una reunión de la Comisión de Paseos y Jardines celebrada al mes siguiente, quedó pendiente una propuesta de la Comisión de Obras Públicas, sobre la conveniencia de instalar una biblioteca infantil en el pabellón, rogando a las personas que desearan contribuir con esta obra culturas, enviaran libros para crear y surtir esta biblioteca, teniendo en cuenta el carácter de misma.[40]
No obstante, el sótano del pabellón debió estar habitado, pues existen noticias de peticiones para el alojamiento en el mismo por parte de Ángel Román, y cómo Antonio Ramos Molina, pintor y con domicilio en el pabellón, sufrió el robo de ropa en él.[41]
Pero no es, hasta principios del año siguiente, 1936, cuando en diferentes Cabildos Municipales, la Comisión de Paseos y Jardines, presenta el proyecto de adaptación de biblioteca y jardines infantiles del pabellón.[42]
Tras la Guerra Civil, en la década de los 40 del pasado siglo, fue utilizado por la Sección Femenina de Falange Española y de la JONS, instalando una colonia infantil y una estación sericícola.[43]
Dejado nuevamente en desuso, el 29 de septiembre de 1953 el Director del Instituto Murillo, ubicado en el cercano Pabellón de Argentina lo solicitó para instalar una escuela preparatoria, utilizándose para este fin hasta 1963, fecha en la que la Comisión Permanente decide su demolición, cosa que no se produce, por lo que ocho años más tarde nuevamente el Director de Instituto lo solicita para utilizarlo como gimnasio.[44]
En las reformas efectuadas en 1990 por los arquitectos Antonio Cabrera y Óscar Rodríguez, se realizaron la compartimentación del edificio con nuevas entreplantas para los nuevos usos, dependiendo actualmente del Conservatorio Profesional de Danza de Sevilla “Antonio Ruiz Soler”.
Con motivo de las reformas sufridas en el edificio, unos huecos del semisótano, que daban luz y aire, fueron cegados; se crearán nuevas entre plantas y el falso techo que tanto afectará al perfil del edificio, modificándose también la escalera que da acceso a la puerta principal del mismo.
Aunque la propuesta arquitectónica del pabellón es simple, la llamativa decoración cerámica trianera para la representación de motivos neoindígenas, hacen del pabellón una pieza muy singular dentro del paisaje ajardinado del Paseo de las Delicias. Es esta ornamentación cerámica, la que se impone a la propia arquitectura, consiguiendo una estética que se aleja de las orientaciones historicistas que emanaban del Comité de la Exposición.
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Vistas de la entrada principal durante la Exposición (Mas Fundació Institut Amatller d'Art Hispànic) y en la actualidad (Archivo del autor) |
1] . Archivo Municipal de Sevilla. Sección XVIII. Exposición Iberoamericana. Libro de actas de la Comisión Permanente núm. 2. Sesión del 12 de mayo de 1926.
[2] . A.M.S. Secc. XVIII. E.I.A. Libro de actas de la Comisión Permanente núm. 2. Sesión del 26 de febrero de 1926.
[3] . Ibídem. Libro de acta núm. 2. Sesión del 04 de agosto de 1926.
[4] . Cabeza Méndez, J.M. El Pabellón de Guatemala. En Aparejadores núm. 30. 1989, p. 15.
[5] . A.M.S. Secc. XVIII. E.I.A. Libro de acta núm. 3. Sesiones del 07 de enero, 09 de junio y 08 de julio de 1927.
[6] . Ibídem. Libro de acta núm. 3. Sesión del 26 de agosto de 1927.
[7] . Ibídem. Libro de acta núm. 4. Sesión del 23 de marzo de 1928.
[8] . Ibídem. Libro de acta núm. 5. Sesión del 28 de diciembre de 1928.
[9] . Cabeza Méndez, J.M. El Pabellón de Guatemala. En Aparejadores…..p. 16.
[10] . Graciani García, A. La participación internacional y colonial en la Exposición Iberoamericana de Sevilla de 1929. Sevilla (2010) Edita Universidad y Ayuntamiento de Sevilla. p. 395.
[11] . Cabeza Méndez, J.M. El Pabellón de Guatemala. En Aparejadores…..p. 16.
[12] . A.M.S. Secc. XVIII. E.I.A. Libro de acta núm. 6. Sesión del 09 de abril de 1929.
[13] . Ibídem. Libro de acta núm. 6. Sesión del 07 de junio de 1929.
[14] . Ibídem. Libro de acta núm. 7. Sesión de 03 de agosto de 1929.
[15] . El pabellón de Guatemala. En Diario de la Marina, de La Habana, p. 1.
[16] . Galerías Comerciales americanas y nacionales. En El Noticiero Sevillano, de Sevilla. 04 de agosto de 1929, p.5.
[17] . Pabellón de Guatemala. En El Liberal, de Sevilla. 06 de julio de 1929, p. 4.
[18] . Villar Movellán, A. Arquitectura del Regionalismo en Sevilla (1900-1935). Sevilla (1979) Edita Excmo. Diputación de Sevilla. p. 546.
[19] . Invitación a un Concurso. En Diario de la Marina, de La Habana. 27 de diciembre de 1929.
[20] . José Granados de la Vega, formaba parte del departamento técnico de obras del certamen, siendo autor de los pabellones de Colombia, Guinea, Maquinaria Agrícola, Industrias Agrícolas Derivadas, Hidroeléctria Española, Prensa, Industrias Agrícolas y Ganaderas, colaborando con el arquitecto de la Exposicion Vicente Traver en innumerables proyectos, como la Plaza de los Conquistadores, Galerías Comerciales y Fuente de la Hispanidad entre otros.
[21] . Ibídem. Libro de acta núm. 7. Sesión del 13 de septiembre de 1929.
[22] . Villar Movellán, A. Los pabellones de la Exposición Iberoamerica-Representaciones Extranjeras, En La Exposición Iberoamericana. Fondos de la Hemeroteca Municipal de Sevilla. (1987) Sevilla. Obra Cultural del Monte de Piedad y Cajas de Ahorros de Sevilla. s/p.
[23] . Mora Arenas, V. El avance de la provincia de Sevilla desde el 13 de septiembre de 1923. Sevilla (1929). Edita Gómez Hnos., p. 161.
[24] . Cabeza Méndez, J.M. El Pabellón de Guatemala. En Aparejadores…..p. 17.
[25] . A.M.S. Secc. XVIII. E.I.A. Libro de acta núm. 7. Sesión de 03 de agosto de 1929.
[26] . Mora Arenas, V. El avance de la provincia de Sevilla desde el 13 de septiembre de…….p. 161.
[27] . Esta mañana se ha inaugurado el pabellón de Guatemala. En El Liberal, de Sevilla. 01 de noviembre de 1929, p.1.
[28] . Concurrencia de Guatemala a la Exposición Ibero Americana. En El Correo de Andalucía, de Sevilla. 03 de septiembre de 1929, p. 1.
[29] . De la erupción del Santa María. En El Liberal, de Sevilla. 22 de noviembre de 1929, p.1.
[30] . La infanta visita varios pabellones americanos. En El Correo de Andalucía, de Sevilla. 21 de noviembre de 1929, p.1.
[31] . Reseña de la visita de obreros previsores a la Exposición de la ciudad de Sevilla. Organizada por el Instituto Nacional de Previsión con la cooperación de sus cajas colaboradoras. Madrid (1930). Imprenta Sobrinos de la sucesora de M. Minuesa de los Ríos. p. 19.
[32] . Cabeza Méndez, J.M. El Pabellón de Guatemala. En Aparejadores…..p. 18.
[33] . A.M.S. Secc. XVIII. E.I.A. Libro de actas de la Comisión Liquidadora núm. 1, sesiones del 9 y 23 de noviembre de 1931.
[34] . El violentísimo huracán que se desencadenó el sábado ha causado grandes daños en edificios, arbolado y líneas. En El Liberal, de Sevilla. 27 de octubre de 1931.
[35] . Asuntos para el Cabildo. En El Liberal, de Sevilla. 04 de agosto de 1932, p. 5.
El Cabildo de esta mañana. En El Liberal, de Sevilla. 07 de agosto de 1932, p. 3.
[36] . La Comisión de Régimen Interior. En El Liberal, de Sevilla. 25 de febrero de 1933, p. 4.
[37] . Libro de actas de la Permanente Municipal, año 1933. Expediente 108.
[38] . Junta Municipal de Censo electoral. En El Liberal, de Sevilla. 15 de enero de 1935, p. 3.
[39] . Visita al pabellón de Guatemala. En El Liberal, de Sevilla. 17 de enero de 1935, p. 2.
[40] . Comisiones Municipales. En El Liberal, de Sevilla. 17 de febrero de 1935, p. 2.
[41] . Ibídem. y Robo de ropa. En El Liberal, de Sevilla. 21 de junio de 1935, p. 7.
[42] . Asuntos para el Cabildo. En El Liberal, de Sevilla. 09 de enero de 1936, p. 9.
El Cabildo de ayer tarde. En El Liberal, de Sevilla. 12 de enero de 1936, p. 7.
Comisión de Paseos y Jardines. En El Liberal, de Sevilla. 29 de enero de 1936, p. 2.
[43] . Pilar Primo de Rivera en Sevilla. En El Adelanto, de Salamanca. 18 de abril de 1943, p. 1.
[44] . Cabeza Méndez, J.M. El Pabellón de Guatemala. En Aparejadores…..p. 18.
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